La leche y los lácteos tienen un papel muy relevante en la dieta de las embarazadas ya que aportan proteína de alta calidad nutricional, calcio, vitamina D y vitaminas del grupo B, entre otros nutrientes.
''Su consumo no solo mejora el estado nutricional de la mujer gestante, sino que también tiene efectos beneficiosos sobre el crecimiento fetal y el peso al nacer, y sobre algunos marcadores de salud, tanto en las madres como en sus hijos'', explica el profesor Ángel Gil, presidente de FINUT. Además, los lácteos fortificados y enriquecidos muestran beneficios en la salud ósea de la madre y de su hijo, y parece que podrían tener también un impacto positivo en el desarrollo visual y cognitivo del niño.
Y es que, una alimentación apropiada es fundamental para el correcto desarrollo de la gestación y para la salud presente y futura de la madre y del bebé. Por ello, es necesario que la mujer embarazada esté bien informada sobre la dieta que más se adecúe a su estado ya que, además, dicha información le ayudará a desterrar muchos falsos mitos que existen sobre la alimentación durante el embarazo.
Así pues, según el informe 'La leche como vehículo de salud en situaciones fisiológicas especiales: mujer gestante',realizado por FEN, FINUT y SEGO, durante el embarazo es esencial llevar a cabo una dieta completa, variada y equilibrada, que incluya todos los grupos de alimentos, sin abusar de ninguno ni suprimirlo, salvo que sea necesario por otras condiciones de salud que así lo exijan. ''No existen alimentos buenos o malos en el periodo de gestación o de lactancia, sino que lo fundamental es alcanzar un equilibrio dietético para asegurar la salud de la mujer y del futuro bebé'', señala el profesor Gregorio Varela-Moreiras, presidente de la FEN.
Los lácteos fortificados y enriquecidos muestran beneficios en la salud ósea de la madre y de su hijo
Sin embargo, según dicho informe, una de cada dos embarazadas no alcanza el consumo recomendado de ácido fólico, yodo, calcio, hierro y vitamina D. Además, el informe señala que aunque existe un exceso de grasa en la dieta de más del 70% de las mujeres que esperan un hijo, en más del 50% de los casos la ingesta de ácidos grasos Omega-3 se encuentra por debajo de las recomendaciones actuales.
Asimismo, otros estudios ponen de manifiesto que la alimentación de las embarazadas en España presenta insuficiencias y desequilibrios que se traducen en ingestas inadecuadas de algunos nutrientes esenciales, lo que no solo repercute en su salud, sino que puede tener también un impacto directo en la salud del futuro bebé.
De hecho, más del 45% de las futuras madres no alcanza la ingesta recomendada de frutas y verduras, siete de cada diez no llegan al consumo aconsejado de cereales y legumbres, y se observa un claro predominio de la carne en su dieta, de forma que solo un 51% de las embarazadas afirman que consumen pescado. En cuanto a la leche y los productos lácteos, si bien se toman a diario, solo el 50% de las embarazadas cumple con la recomendación de ingerir tres raciones al día.
No obstante, la utilización de suplementos nutricionales es la manera tradicional de tratar de asegurar la ingesta apropiada de algunos micronutrientes cuyos requerimientos son elevados en la mujer gestante. ''Los suplementos nutricionales y los alimentos fortificados o enriquecidos, siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario, pueden ser de utilidad para alcanzar las ingestas aumentadas de determinados nutrientes fundamentales para el desarrollo presente y futuro del niño, así como para el mantenimiento de la salud de la madre'', concluye la doctora María Jesús Cancelo, secretaria general de SEGO.