El mangostán es una fruta que crece en el sudeste asiático con multitud de propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. A pesar de que no hay evidencia científica suficiente, muchos medicamentos para la obesidad y gingivitis incluyen este ingrediente. No obstante, algunos grupos de personas, como embarazadas o lactantes, deben evitar ingerir esta fruta.
Su apariencia exterior cuenta con una piel áspera y dura, mientras que la carne de su interior es dulce y blanda. Muchas personas aseguran que su sabor es agridulce, casi cítrico y se asemeja a una mezcla de varias frutas como la fresa, el lichi, el melocotón y la piña.
Su consumo está contraindicado en embarazadas
Esta fruta es cultivada en el sureste de Asia: Indonesia, Malasia, Sri Lanka, Filipinas y Tailandia. Sus árboles necesitan un clima tropical y puede albergar plagas cuarentenarias que suponen una amenaza para otros ecosistemas. Esto supone la esterilización inmediata de la fruta cuando es exportada a otras zonas, un proceso que puede afectar a la calidad de la fruta.
BENEFICIOS
Entre los beneficios más destacados del mangostán está su capacidad para contribuir a un mantenimiento del peso saludable. Son bajas en grasas, sodio y calorías, además están libres de colesterol, lo que contribuye a afecciones como la diabetes de tipo 2 u otras enfermedades cardíacas.
Por otro lado, tiene un alto aporte nutricional en:
- Potasio: Un imprescindible para mantener una presión arterial saludable.
- Fibra: Contribuye a la salud intestinal. Es recomendable consumir esta fruta entera y no en zumo o suplementos, puesto que se pierde su alto aporte de fibra.
- Vitamina C: Ayuda a la cicatrización de heridas y fortalecimiento de dientes y encías.
También es un gran antioxidante. Su alto contenido de antioxidantes de esta fruta ayuda a combatir los radicales libres y prevenir enfermedades como las cataratas, el cáncer o patologías cardiacas. Además, existen estudios que han apuntado a un incremento del 15% de antioxidantes en el torrente sanguíneo en aquellas personas que consumieron mangostán a diario durante un mes.
De la misma manera, tiene una gran actividad antiinflamatoria. En ocasiones, la inflamación puede tener lugar en nuestro cuerpo frente a una amenaza como bacterias o virus. En ese sentido, el mangostán puede actuar como un antiinflamatorio reduciendo en un 46% la proteína C reactiva, que indica los niveles de inflamación en el cuerpo.
Ayuda a reducir la inflamación y mejora los procesos de cicatrización
Algunos medicamentos incluyen mangostán, entre ellos: El metratrim, un medicamento que contiene Sphaeranthus indicus y que puede ayudar a combatir la obesidad, sobrepeso y a perder peso, en general.
Por otra parte, una pasta de dientes con un 4% de mangostán puede ayudar con los dientes débiles y el sangrado en personas con enfermedades de las encías o periodontitis. Y algunas cremas hidratantes para pieles grasas, también incluyen este ingrediente.
INCONVENIENTES
Sin embargo, el mangostán está contraindicado en algunos casos, tanto su ingesta como la administración de medicamentos que lo incluyan en su formulación. Está desaconsejado en:
- Durante el embarazo o lactancia, por la falta de evidencia sobre su seguridad.
- Personas con un trastorno hemorrágico, ya que el mangostán puede retardar la coagulación de la sangre.
- Dos semanas antes de una cirugía, puesto que puede aumentar el riesgo de sangrado durante o después de una operación.
- Si consumes liraglutida, en medicamentos como la Saxenda. El mangostán puede interactuar con este y otros suplementos herbales.
Aunque no está contraindicado en los siguientes casos, carece de evidencia científica sobre sus beneficios en: diarrea, eccema, gonorrea, trastornos menstruales, candidiasis, tuberculosis e infecciones urinarias.