Cada vez pasamos más tiempo fuera de casa, ya sea en el trabajo o en la universidad, y como consecuencia de esto tenemos que llevarnos el famoso tupper con nosotros.
Por ello, es muy importante adquirir buenos hábitos y no caer en el error de comprar comida rápida o preparada por costumbre, ya que esas ingestas suelen contener productos más calóricos y procesados.
Y es que, comer de tupper es una forma estupenda de controlar lo que se come, de seguir una dieta equilibrada e incluso de mantenernos en nuestro peso ideal. Además, comer de manera saludable es fundamental para cuidar nuestra salud y aumentar la productividad.
En este sentido, para traernos la comida sana al trabajo, desde PronoKal Group comparten algunos consejos de alimentación para ayudarnos a mejorar nuestros platos.
1. Para que sea posible elaborar comidas ligeras y de fácil digestión, nuestras preparaciones siempre deben constar de: una proteína (pollo, pavo, atún, jamón serrano, huevos, quesos, frutos secos), verduras (crudas o cocidas) y legumbres, fécula o cereales (lentejas, garbanzos, arroz integral o quinoa). Después de comer podemos incluir un yogur como postre, mientras que la fruta es aconsejable tomarla para la media tarde.
2. Prepararlo todo el día anterior y guardarlo en la nevera te ayudará a tenerlo todo listo para la mañana siguiente.
3. Para ahorrar tiempo, lo ideal sería preparar más comida en la cena de la que vamos a tomar. De esta manera, podemos aprovechar lo que ya hemos cocinado y añadirle algunos alimentos nuevos para crear un plato diferente.
4. El plato único es una excelente opción, pero hay que combinarlo bien con los diferentes nutrientes.
5. No se recomiendan los bocadillos, ya que sacian en el momento, pero enseguida tendremos hambre nuevamente.
6. Aliñar la comida en el momento, no hacerlo en casa pues no sabrá igual. Podemos llevarnos el aliño aparte en un frasco para condimentar al momento.
7. Las verduras o legumbres de bote son grandes aliados si no disponemos de alimentos frescos o nos falta tiempo. Tienen que lavarse bien bajo el chorro de agua fría para quitar parte de la sal adicionada y aditivos.