Quien no se haya dado un atracón de comida de vez en cuando, no sabe lo que es la felicidad. Las ''paelladas'' un domingo, las copiosas cenas de Navidad, las celebraciones familiares o simplemente el estreno en el cine de la película de turno y sus correspondientes (y abundantes) palomitas son algunos de los momentos que más bienestar nos causan. Y es que, que el ser humano es feliz comiendo, es un hecho.
En este sentido, algunos alimentos tienen un sabor lo suficientemente atractivo para nuestro paladar, que hace que la sensación de saciedad no llegue, y lo suficientemente atractivo para el cerebro, que consigue que no se harte de él.
Generalmente, no encontramos el placer gustativo precisamente en una zanahoria o un pepino, sino en los alimentos más calóricos que tengamos a nuestra disposición. El hambre emocional causado por la felicidad de comer, ataca, y el hambre real se queda en un segundo plano; mientras, el sobrepeso se frota las manos.
Así pues, darse el homenaje cual oso hibernando no puede ser la solución, y dejar de comer lo que nos apetece, tampoco. Se debe encontrar el equilibrio regulando las ganas de comer y en eso es experto Oenobiol Captador 3 en 1 plus+, que activa la sensación de saciedad y la prolonga hasta 4 horas. Además, con su acción prebiótica demostrada reequilibra la microbiota intestinal en 48 horas, incrementando las bacterias beneficiosas para el control de peso y disminuyendo la proporción de bacterias asociadas al sobrepeso.