Empezamos un nuevo año y todos pensamos en los meses que nos quedan para cuidar la línea y lucir perfetos o al menos intentar no ganar kilos de más para la llegada del verano. En general, si lo que se quiere es adelgazar se debe cuidar no sólo los alimentos que comemos, sino también cuándo lo hacemos.
Y es que, nuestro organismo no quema las mismas calorías por la mañana que por la noche, por más que hayamos consumido exactamente el mismo plato. A medida que anochece el metabolismo se ralentiza. Es por ello que la mayoría de nutricionistas coinciden en que si queremos que la última comida de la noche no contribuya al aumento de peso debe aportar solamente entre el 15% y 25% de las calorías diarias. Siendo honestos, es un porcentaje que la mayoría suele sobrepasar.
Asimismo, hay ciertos alimentos que deberíamos evitar a toda costa en ese horario, pues contienen muchas calorías que nos harán engordar, indigestarnos o, peor aún, impedir que perdamos peso.
No solo debemos descartar las comidas frías, grasientas, gaseosas, o bebidas con cafeína, sino que también deberíamos procurar no ingerir la siguiente lista de alimentos.
1. Chocolate negro. Si bien en torno al chocolate se han realizado gran cantidad de estudios que encuentran posturas contradictorias, al respecto el nutricionista Bety Opyt asegura en “Men's Health” que no tendríamos que irnos a dormir con una dosis estimulante de azúcar: "Tomar azúcar de absorción rápida justo antes de dormir es el combo perfecto para almacenar grasa", explica el especialista.
2. Lechuga. Sí, estás leyendo bien. Aunque la lechuga tiene un alto contenido en fibra insoluble, es bastante indigesta y puede producir gases e hinchazón abdominal por la noche. Si lo se quiere comer ensalada de noche, que es una buena idea, lo mejor será apostar por otras verduras como, por ejemplo, tomate.
3. Queso de cabra. En realidad este alimento ayuda a bajar de peso ya que logra saciar a quien lo consume, sin embargo depende del horario en el que se ingiere. Gracias a su alto nivel de grasa saturada puede llegar a relajar el tracto digestivo y hacer que la comida ascienda al esófago, provocando que quien lo consumió se despierte a mitad de la noche y no pueda conciliar el sueño. Una mala rutina de sueño es desencadenante de incremento de peso.
4. Pan. La verdad es que nunca es muy recomendable comer demasiado pan para cenar ya que hay personas especialmente sensibles a la ingesta de carbohidratos, no los asimilan correctamente y, si se consumen en exceso, esta se acumulan en forma de triglicéridos en el tejido adiposo. Aunque, hay que aclarar que todo depende del contenido del pan.
5. Picante. Muchos aman echar un poco de cremas picante en sus comidas, pero al igual que los alimentos grasos, los picantes pueden causar que el esfínter esofágico inferior se relaje, provocando que los ácidos que se forman en el vientre se muevan y dificulten el sueño. Como recomendación, es mejor evitar este tipo de alimentos al menos dos o tres horas antes de irnos a la cama.
6. Pastas, el arroz y la pizza. Por más que nos encanten estos platillos nos ofrecen demasiada cantidad de calorías. Por ello, es preferible consumir en la noche hidrato de carbono que encontremos en vegetales y verduras.
7. Vino tinto. Al igual que en el caso del chocolate, aunque se suele recomendar el vino tinto antes de ir a la cama para la salud, el alcohol hará que nos despertemos frecuentemente durante la noche y descansemos menos ya que se reduce la fase REM, en la que el cuerpo se recupera. Cuanto más alcohol tomemos antes de dormir, más pronunciados serán estos efectos negativos, por lo que se recomienda limitar el consumo de bebidas alcohólicas a 1 o 2 copas diarias, y siempre de 4 a 6 horas antes de acostarse.