Sal del Himalaya vs. sal yodada: Helena Rodero explica por qué es importante elegir el yodo

La sal del Himalaya no contiene yodo, un mineral esencial para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides pero que solo consume el 40% de la población

La sal del Himalaya no contiene yodo (Foto. Canva)
La sal del Himalaya no contiene yodo (Foto. Canva)
Carmen Bonilla
19 marzo 2025 | 11:00 h
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El yodo es un mineral esencial para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides y la producción de hormonas tiroideas, fundamentales para el metabolismo, el desarrollo cerebral y la regulación de numerosas funciones corporales. Sin embargo, a pesar de su importancia, el déficit de yodo sigue siendo un problema de salud pública en muchos países, incluyendo España. Para evitarlo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda el consumo de sal yodada, pero la falta de información ha llevado a que muchas personas opten por alternativas menos beneficiosas, como la sal del Himalaya.

“No tomes sal del Himalaya”, advierte la farmacéutica Helena Rodero, conocida en redes como @helena.rodero, en un vídeo que ha compartido en su cuenta de Instagram. “No es del Himalaya, es cara y no aporta nada diferente a una sal cualquiera. Además, no está yodada”.

"No es del Himalaya, es cara y no aporta nada diferente a una sal cualquiera"

Rodero explica que la recomendación de consumir sal yodada no es un consejo individual, sino una indicación general para la población respaldada por la OMS. “Para evitar la deficiencia de yodo, debería consumirla el 90% de la población, y actualmente solo la está consumiendo aproximadamente el 40%. No ha habido inversión en campañas informativas y no se está consumiendo lo necesario para evitar algo que es fácilmente prevenible: el hipotiroidismo por déficit de yodo”.

El problema del déficit de yodo puede derivar en alteraciones tiroideas como el bocio o el hipotiroidismo, condiciones que afectan el metabolismo, la energía y el bienestar general. “Si estás consumiendo sal del Himalaya, probablemente no estés llegando a esas necesidades de yodo y pueda suponerte un problema con tu tiroides”, alerta la farmacéutica.

En su vídeo, Rodero también menciona otro error común relacionado con la ingesta de yodo: el consumo excesivo de algas. “Las algas son una fuente de yodo, pero muy por encima de las necesidades diarias. No es recomendable tomarlas con frecuencia, y menos si tienes un problema en la tiroides. Recuerda que lo natural no siempre es lo más seguro”.

"Las algas son una fuente de yodo, pero muy por encima de las necesidades diarias"

Para garantizar un aporte adecuado de yodo en la dieta, la experta insiste en la importancia de hacer un pequeño cambio en la rutina diaria. “No significa que tengas que consumir más cantidad de sal, sino que la sal que consumas sea con yodo”, concluye.

El déficit de yodo es un problema que afecta a un gran porcentaje de la población, pero su solución es sencilla y accesible. Elegir sal yodada en lugar de otras variedades sin este mineral es una medida eficaz para prevenir trastornos tiroideos y garantizar una mejor salud a largo plazo.

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