Con el cambio de estaciones, nuestros hábitos alimenticios también se transforman. Si bien en verano disfrutamos de una mayor ingesta de frutas y verduras frescas, en invierno esta tendencia disminuye, dando paso a otros productos estacionales. Estas fluctuaciones en la dieta pueden tener un impacto directo en la composición de nuestra microbiota intestinal, el complejo ecosistema de bacterias que reside en nuestro intestino.
La microbiota intestinal desempeña un papel crucial en la defensa del organismo y el correcto funcionamiento del sistema inmune. La reducción en el consumo de alimentos frescos durante los meses fríos puede traducirse en una menor ingesta de fibra y nutrientes esenciales para las bacterias intestinales beneficiosas. Estas bacterias son responsables, entre otras funciones, de protegernos frente a organismos patógenos, impidiendo su adhesión a las mucosas y regulando los mecanismos de protección. Es importante recordar que entre el 70 y el 80% de nuestras células inmunitarias residen en el intestino, lo que subraya la estrecha relación entre la salud intestinal y la inmunidad.
La microbiota intestinal desempeña un papel crucial en la defensa del organismo y el correcto funcionamiento del sistema inmune
Además de la dieta, nuestro sistema nervioso también influye en la composición y función de la microbiota, liberando sustancias que afectan al crecimiento de los microorganismos intestinales. La comunicación bidireccional entre la microbiota y el cerebro puede verse alterada por factores ambientales y de estilo de vida, que también suelen cambiar con las estaciones más frías. Estos cambios influyen en la producción de hormonas y, por lo tanto, en la regulación de diversas funciones fisiológicas.
"La microbiota intestinal no es simplemente un conjunto de bacterias que viven en nuestro intestino; es un microecosistema dinámico que interactúa activamente con diversos sistemas del cuerpo humano. Por lo tanto, debemos priorizar su cuidado durante todo el año, y para ello, el consumo de suplementos o probióticos es fundamental para mantener una buena salud durante estos meses", explica el doctor Miguel Ignacio López Ramiro, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, farmacéutico, profesor de microbiología y asesor médico de Schwabe Farma Ibérica.
EL PAPEL DE LOS PROBIÓTICOS EN EL REFUERZO INMUNOLÓGICO
Existe evidencia científica que respalda el efecto beneficioso de los probióticos en la prevención y el tratamiento de enfermedades infecciosas. Esto se debe a la capacidad inmunomoduladora de estos microorganismos sobre la microbiota y el sistema inmunológico.
Se ha demostrado que los probióticos tienen un efecto inmunomodulador, reforzando la función de la barrera intestinal y regulando su permeabilidad. Este mecanismo es clave para prevenir la entrada de sustancias nocivas en nuestro organismo. Por lo tanto, el consumo de probióticos resulta especialmente beneficioso en los meses fríos, cuando el sistema inmunológico es más vulnerable y aumentan los casos de infeccionesrespiratorias y problemasdigestivos. Mantener un sistema inmunológico equilibrado es primordial para prevenir resfriados y otras patologías comunes durante esta época del año.
Los probióticos tienen un efecto inmunomodulador, reforzando la función de la barrera intestinal y regulando su permeabilidad
El doctor LópezRamiro enfatiza que "para mantener una microbiota saludable y asegurar que nuestro sistema inmunológico funcione de forma óptima en otoño e invierno, el consumo de probióticos de Schwabe Farma Ibérica, como Pegaso Immune, está enfocado, principalmente, para el cuidado de la microbiota intestinal, ligado al mantenimiento y refuerzo del sistema inmunitario; lo que permite mantenerlo en condiciones normales".
Cuidar la microbiota intestinal a través de una dieta equilibrada y el consumo de probióticos como Pegaso Immune de Schwabe Farma Ibérica es una estrategia fundamental para fortalecer el sistemainmunológico y prevenir enfermedades durante los meses de invierno.