Septiembre y octubre significan volver de las vacaciones de verano, madrugar y vivir con el tiempo justo, pero sobre todo, significan empezar la vuelta a la oficina renovados.
En este sentido, uno de los ''gajes del oficio'' que vienen ligados a la llegada de octubre es el tupper, y es que, organizar los menús semanales bien podría declararse como un arte: equilibrar los platos y comer saludable puede hacerse en ocasiones repetitivo por falta de inspiración o conocimiento.
Sin embargo, existen varios consejos para alegrar el paladar y a la vez, no renunciar al sabor de la comida saludable. ¿Quieres saber cuáles son? Kaiku Sin Lactosa, la marca de lácteos sin lactosa, nos lo cuenta. ¡Apunta!
1. Las salsas, el mejor aliado contra el aburrimiento ''foodie''. Puede parecer contradictorio: incorporar salsas en un plato saludable. Sin embargo, existen diferentes alternativas ligeras para coronar un plato aburrido como se merece. Una de las claves a la hora de preparar salsas sanas es escoger la base ideal: los yogures sin azúcares añadidos o yogures griegos para un toque de cremosidad, son perfectos para aderezar ensaladas e incluso platos de pastas, agregando especias, limón o frutas, se consiguen salsas con sabor y ligeras. Además, la leche sin lactosa es el mejor sustitutivo de la nata: ligera y con todo el sabor, perfecto para untar el pan integral.
Organizar los menús semanales bien podría declararse como un arte: equilibrar los platos y comer saludable puede hacerse en ocasiones repetitivo por falta de inspiración o conocimiento
2. Comer con los ojos y apostar por el color en los platos. Otro consejo para no aburrirse comiendo en la vuelta a la oficina es jugar con el color en los platos. Si en la variedad está el gusto; en los colores, el sabor. A la hora de elaborar un menú semanal en versión tupper o cena informal, nada como incorporar alimentos que abarquen una diversidad de tonalidades, puesto que de esta forma no solo se asegura incorporar alimentos con variedad de nutrientes y beneficios, sino que además el plato quedará más llamativo y apetitoso. El verde de las espinacas o la rúcula, el rojo de los tomates y los pimientos, colores naranjas como los del mango o el salmón, e incluso el blanco del queso y las almendras.
3. Inspirarse en otras culturas para aportar un ''twist'' a los menús. En lo desconocido está lo interesante. Nada como un soplo de aire fresco al típico menú de tupper inspirándose en las ''dietas'' o cocinas de otros países. La cocina ''typical spanish'' puede sustituirse por una dieta cargada de eneldo y pescado ahumado, al estilo nórdico; llenar del color del comino y el curry el clásico pollo con arroz; o que el jengibre y la soja aderecen un pescado. Inspirarse en otras culturas siempre le dará un toque novedoso al manido menú de todos los días.
4. Jugar con las texturas es un must a la hora de cocinar diferente. Muchas veces el paladar no solo se aburre por los sabores repetitivos, sino también por las texturas. Para solventarlo, nada como incorporar el crujiente en los platos: muesli, cacahuetes, nueces, verduras crudas, etc. Por ejemplo, nada como añadir al clásico yogur unas lascas de coco, muesli o trozos de chocolate negro; o en el sándwich de media tarde incorporar unas rodajas de pepino crujiente.