Si eres de los que no suelen comer fruta o verdura por la pereza que da pelar estos alimentos, ya no tienes excusa para empezar a incluirlos en tu dieta. Después de descubrir el secreto que contienen las capas y hojas exteriores de las frutas y verduras, un especialista en nutrición nos incita a consumir el alimento completo.
Según Alejandro Cánovas, nutricionista de Barceló Montecastillo “cuando pelas algunas frutas y hortalizas, estás tirando nutrientes que combaten enfermedades y mantienen el cuerpo y la piel funcionando adecuadamente”.
Y es que el porcentaje de pérdida de vitaminas es muy elevado. “El contenido de vitaminas en la fruta desciende desde la piel hasta el centro del alimento. Además se pierde gran contenido en fibra al desechar la piel de frutas y verduras que nos ayudan a mantener una microbiota intestinal y un sistema inmunitario fuerte”.
Una de las dudas que más surgen es si será seguro comer la cáscara de los alimentos que han sido expuestos de manera directa a químicos y pesticidas. Sin embargo, este miedo es infundado ya que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha señalado que ingerir frutas peladas o con piel no es una cuestión relativa a la seguridad alimentaria.
El kiwi contiene vitamina E en su piel, por lo que lo ideal sería lavarlo bien y comerlo sin pelar como una manzana
Una alimentación segura y apta para el consumidor se consigue realizando una correcta manipulación del producto con o sin piel.
Existen muchos alimentos cuyas pieles nunca sospecharías que pueden llegar a ser beneficiosas. Uno es el kiwi, que según una investigación publicada por Food Chemistry, el delta tocoferol o vitamina E se encuentra en su piel, por lo que lo ideal sería lavarlo bien y comerlo sin pelar, al igual que una manzana.
Otro ejemplo, son las berenjenas, cuya piel contiene Nasunina, un fitonutriente y potente antioxidante que ayuda a reparar el daño celular. También podemos hablar de las patatas, con casi un 20% de vitaminas y minerales en su piel, además de un buen aporte en fibra.
Dicho esto, ¿es aplicable a todos los alimentos? “Utiliza el sentido común, si su exterior es duro como el caso de la piña o el plátano, deberíamos pelarlo, aunque podemos utilizar sus propiedades y sabor en otro platos o hervirlas para conseguir infusiones”, afirma Alejandro.
Si en algunos casos te resulta complicado, el especialista en nutrición recomienda beberlo en forma de smoothies, ya que permiten eliminar por completo la textura, conservando todos los beneficios.