Una buena alimentación es fundamental para el correcto desarrollo de los más pequeños de la casa. Sin embargo, a veces se cometen errores que conviene corregir. Y es que, con frecuencia, ya sea por dar por buenas ciertas afirmaciones que nos vienen de familia, o por lo que las hemos oído mil veces a madres, abuelas o amigas.
Por eso, desde Nutribén nos recuerdan qué hay de cierto y qué de mito en algunos de estos mitos:
1. Los purés hechos en casa son mejores
Muchas familias, por falta de tiempo, se ven obligados a recurrir a los purés industriales para dar de comer a sus hijos de temprana edad, aunque a veces con cierta desconfianza.
Por norma general, las recetas caseras tienden a llevar cantidades erróneas de nutrientes y vitaminas. Los potitos industriales ayudan a controlar el déficit alimenticio (especialmente de hierro y vitamina D) y el exceso de vitamina A y Zn que se encuentra en los niños.
2. El bebé va a comer mejor si le añadimos sal o azúcar
Agregamos sal y azúcar a la comida por costumbre o porque nuestro paladar adulto detecta esas carencias, pero para la alimentación de un bebé, en muchos casos, son prescindibles. Estos dos condimentos están presentes en la mayoría de alimentos, por lo que deben evitarse o añadirse con mucha precaución.
Un exceso de sal puede provocar problemas de tensión arterial, así como un exceso de azúcar puede dar lugar a problemas de caries, o crear dependencia en los bebés al sabor dulce. Así pues, que la sal y el azúcar aporten mejor sabor, no significa que sea más natural.
3. Los productos ecológicos no son beneficiosos, solo más caros
Los productos ecológicos garantizan unos beneficios para el medio ambiente. Su consumo es más una elección ética que nutritiva, ya que contienen los nutrientes, las vitaminas y los minerales necesarios para el ser humano, pero sin alteraciones producidas por el ser humano.
En general, los productos ecológicos tienen un precio más elevado debido, en gran parte, a que son cultivos más reducidos y con mayores cuidados.
4. El puré de fruta casero aporta más vitaminas
Las vitaminas constituyen un nutriente esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Las técnicas de cocinado de los alimentos, su manipulación, conservación y los cambios externos hacen que sufran alteraciones o que pierdan propiedades. Para asegurar el aporte recomendado, la industria enriquece sus productos con vitaminas.
5. “Para que crezca, dale muchas vitaminas”
Las proteínas son vitales en múltiples funciones del organismo, pero en su justa medida. Debemos equilibrar el consumo, tanto en cantidad como calidad, de proteínas en la dieta infantil, porque los niños españoles ingieren más proteínas de las que necesitan, lo que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir obesidad infantil a partir de los ocho o 10 años.
6. “Los niños gorditos están bien alimentados”
Según la OMS, en todo el mundo, el número de lactantes y niños pequeños (de 0 a 5 años) que padecen sobrepeso u obesidad alcanzó la cifra de 41 millones en 2016. Sentar una buena base desde la lactancia es fundamental para que la obesidad infantil deje de ser un problema de salud pública munidal.
Por ello, es importante promover la educación nutricional a nivel familiar, escolar y comunitario, así como estimular la práctica de actividad física regular en la población infantil.
7. Los alimentos frescos son más nutritivos
En España, tiramos alrededor de 3,7 millones de kilos de comida al día. La congelación nos puede ayudar a preservar los alimentos, sobre todo cuando se acerca la fecha de caducidad y no queremos desaprovechar la comida. Una técnica que no implica pérdidas nutricionales. Además, casi todo se puede congelar, el asunto es cómo hacerlo.