"Comer despacio no adelgaza, pero sí aumenta la sensación de saciedad haciendo que ingeremos menor cantidad de alimentos"
Sin embargo, como explica la dietista Cristina Navarro a Estetic.es lo más indicado, tanto para la salud como para no ganar peso, es comer de forma pausada. “Aunque comer despacio no adelgaza, sí aumenta la sensación de saciedad haciendo por tanto, que ingeramos menos cantidad de alimentos”.
Y es que, resulta que cuanto más hayamos masticado, antes llega esa sensación. Según la especialista, quienes comen de un modo más relajado, también toman un poco más de agua, lo que supone una distensión del estómago que se traduce, una vez más, en el efecto saciante.
Por otra parte, comer deprisa también nos impide saborear y disfrutar de la textura y el aroma de la comida en un momento de liberación del estrés.
“En cuanto a la masticación, esta siempre dependerá de los alimentos”, detalla la dietista, “la carne hay que masticarla más para evitar molestias digestivas como el hipo o los gases que se presentan si los comemos masticando menos, ya que entra más aire en nuestro organismo”.
"La clave está en no volver a meter la cuchara o el tenedor en el plato hasta que no hayamos tragado lo que tenemos en la boca"
Existe una leyenda urbana que asegura que para seguir un proceso de digestión adecuado y para conseguir saciarnos se debe masticar cada bocado alrededor de cuarenta veces. Un mito que Cristina Navarro desmiente sin miramientos. “Lo que hay que tener en cuenta es que el alimento se haya masticado de manera suficiente, no el número de veces. La clave está en no volver a meter la cuchara o el tenedor en el plato hasta que no hayamos tragado lo que tenemos en la boca”.
Un truco que puede ayudarnos a la hora de evitar contar las veces que masticamos y que sin duda, es fácil de incorporar a la rutina diaria sin que el momento de la comida deje de ser un tiempo para la desconexión.
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