Eliminar el gluten de la dieta en adultos sanos implica beneficios dudosos para la salud, según un análisis de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, que concluye que no hay pruebas científicas que justifiquen que los adultos sanos sigan una dieta sin gluten.
Un análisis realizado en el marco del proyecto Nutrimedia ha llevado a la conclusión de que las pruebas científicas disponibles son muy escasas y no respaldan el consumo de alimentos sin gluten por motivos de salud en adultos sin enfermedad celiaca ni alergias al gluten.
Eliminar el gluten de la dieta en adultos sanos implica beneficios dudosos para la salud
El motivo es que apenas hay dos estudios que analicen esta cuestión; además, estos estudios son de tipo observacional, tienen una calidad global muy baja y en ningún caso pueden establecer una relación causa-efecto entre el consumo de alimentos sin gluten y beneficios para la salud.
Lo que sugieren los estudios disponibles es más bien lo contrario, es decir, que la dieta con gluten en personas sin enfermedad celiaca o alergia al gluten podría, en el mejor de los casos, tener algún beneficio mínimo para la salud. En concreto, la escasa evidencia disponible se limita a los efectos de este tipo de dietas sobre la enfermedad coronaria, llegando a la conclusión de que el consumo de gluten podría reducir levemente el riesgo de infarto o no modificarlo.
Una posible explicación la hallaríamos en el hecho de que eliminar el gluten de la dieta puede implicar una reducción del consumo de granos enteros y, en consecuencia, de fibra y otros componentes integrados en la matriz estructural del cereal, que en su conjunto parecen ejercer un efecto protector de la salud cardiovascular.
El incremento de las ventas productos sin gluten parece tener más relación con las potentes campañas de mercadotecnia
Aunque la mayor oferta de productos sin gluten ha hecho la vida más fácil al 1% de la población europea afectada de celiaquía o alergia al gluten, el incremento de las ventas de este tipo de productos parece tener más relación con las potentes campañas de mercadotecnia que se han llevado a cabo en los últimos años, a pesar de ser productos mucho más caros que los análogos con gluten.
La investigación señala que estas campañas han tenido una gran influencia en la percepción del posible riesgo derivado del consumo de gluten en la población general, haciendo creer que los productos sin gluten son una alternativa más saludable que los que lo contienen.