De hecho, según un estudio reciente del European Journal of Heart Failure, aquellas personas que manifiestan una alta adherencia a la dieta mediterránea tienen menos posibilidades de sufrir insuficiencia cardíaca.
"La ingesta de pan ayuda a alcanzar las cantidades diarias recomendadas de hidratos de carbona para poder disfrutar de una dieta equilibrada"
En cuanto a los cereales como base de la pirámide alimentaria, Isabel Bertomeu, nutricionista de la Fundación Dieta Mediterránea, indica que “el pan y los alimentos procedentes de cereales, como la pasta o el arroz, deberían formar parte de nuestra alimentación diaria”.
Los cereales integrales también son ricos en fibra, vitaminas y minerales, así como en compuestos fitoquímicos como los polifenoles y los fitoestrógenos. Se cree que estos compuestos tienen efectos sinérgicos, es decir, sus efectos beneficiosos se refuerzan al consumirlos juntos; por lo que es recomendable acompañar las principales comidas del día con pan integral.
Sin embargo, existen ciertos mitos en torno a su contenido y propiedades nutricionales y como consecuencia, su ingesta es inferior a la aconsejada en la mayoría de las guías alimentarias, convirtiéndose en uno de los factores que nos alejan actualmente de la dieta mediterránea.
Bertomeu asegura también que “el mito de que el pan engorda no se sustenta, ya que es un alimento que apenas contiene grasa”. Además, añade que “la ingesta de pan ayuda a alcanzar las cantidades diarias recomendadas de hidratos de carbono para poder disfrutar de una dieta equilibrada”.
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