El auge de los cereales integrales en nuestra dieta está creciendo exponencialmente ya que son una importante fuente de fibra para el cuerpo. Y es que son una opción muy versátil, que se puede incluir en panes, pastas y dulces de una manera muy sencilla y aportando una nivel superior de esponjosidad.
Sin embargo, hay mucha confusión al respecto, ya que podemos encontrar panes integrales, multicereales, germinados o los elaborados a partir de harinas de grano completo. Pero, ¿son todos igual de sanos? ¿En qué se parecen? ¿Cuáles son los más recomendables y por qué?
A estas preguntas, tenemos que añadir un problema frecuente: muchos supermercados venden los panes integrales como tal, cuando realmente no lo son, sino que están elaborados a base de harina refinada a la que se le añade un porcentaje de salvado (suele ser un 1%) para darle ese aspecto de “integral”. Así que vamos a esclarecer todas las dudas al respecto.
PAN INTEGRAL VS. MULTICEREAL
El pan integral es el elaborado a partir de harina de trigo integral, aunque generalmente estos panes se consiguen mezclando harina blanca, salvado y germen en las mismas proporciones que están en el grano. A estos casos también se los considera como integrales. Los panes elaborados con grano completo son los más naturales de todos.
El salvado de trigo es rico en fibra y se puede encontrar en cualquier supermercado
En cambio, el pan multicereal es aquel que está hecho con semillas de diferentes cereales. Pero este hecho no garantiza que los panes sean integrales, ya que podemos estar ante harinas refinadas procedentes de varios tipos de cereal o una mezcla de harinas blancas e integrales.
EL GRANO DE TRIGO: LA CLAVE EN LA DIFERENCIA
Para llegar a entender las diferencias entre ambos tipos de panes, tenemos que explicar la composición del grano de trigo. Consta de tres partes: el endospermo, el salvado y el germen. El endospermo es comúnmente conocido como el grano, que es la que contiene los carbohidratos; el salvado es la película que protege al endospermo y es muy rica en fibra; y el germen es la parte reproductiva y contiene vitamina B y minerales.
Los fabricantes de harinas suelen eliminar el germen del grano, puesto que es la que antes puede estropearse y enranciar el producto. Pero para considerar un pan integral de verdad, han de moler el grano al completo.