¿Obligar al niño a comer? Te contamos cuando sí y cuando no debes hacerlo

Los estudios pediátricos demuestran que obligar a un niño a comer contribuye a crear conductas y patrones negativos.

Alimentación infantil (Foto. Freepik)
Alimentación infantil (Foto. Freepik)

La hora de la comida se presenta como uno de los momentos más importantes en el día a día durante la crianza. En muchas ocasiones los papás suelen encontrarse con situaciones complicadas en las que tienen que lidiar con sus hijos para conseguir que se alimenten de forma correcta. Aunque resulte evidente que no es positivo obligar a los peques a comer, es necesario matizar que existen situaciones en las que los papás deberán “obligar” a comer a sus hijos, aunque esta acción no se ejecute en el sentido más estricto y literal de la palabra.

Los estudios pediátricos demuestran que obligar a un niño a comer contribuye a crear conductas y patrones negativos, aumentándose así las probabilidades de que se convierta en un adulto con problemas con la comida. Debemos recordar que el apetito de los niños es diferente en cada caso y circunstancia. La expectativa de una cantidad concreta de ingesta puede frustrar a los padres y hacer que el momento de la comida se convierta en una situación tediosa. Por eso es trascendental que respetemos su apetito, sus gustos y su forma de alimentarse.

Los estudios pediátricos demuestran que obligar a un niño a comer contribuye a crear conductas y patrones negativos

Se dan algunos casos en los que los peques sufren de una inapetencia verdadera por la comida. En estas situaciones es muy probable que el niño en cuestión presente un peso por debajo de lo normal para su edad, por lo que su caso deberá tratarse de forma especial para conseguir que el pequeño adquiera unos hábitos de alimentación adecuados. Todo ello, siempre, deberá abordarse de forma conjunta con el especialista en pediatría, para acordar la mejor forma para que el niño mejore sus patrones alimentarios.

Solamente en estos casos, cuando existe un déficit alimentario y nutricional, tendremos licencia para “obligar” al niño a comer. Cuando hablamos de “obligar” nos referimos más bien a crear una concienciación real de los padres en pos de mejorar la alimentación de su hijo, lo que implica que todos los adultos del entorno del niño deberán hacer lo posible para que este adquiera hábitos sanos de alimentación.

Los papás que viven esta situación en casa no podrán tolerar un rechazo por parte de su hijo y acatarlo sin más objeción, sino que deberán armarse de paciencia, esfuerzo y dedicación para conseguir que el peque se alimente de forma saludable, y poder combatir así un posible déficit nutricional.

LA ALIMENTACIÓN, CLAVE EN SU CRECIMIENTO

Ofrecerle una alimentación equilibrada se presenta como el punto más importante durante los primeros meses de vida del bebé, convirtiéndose así en nuestra principal aliada para ayudar conseguir un buen descanso, un crecimiento adecuado y poder contribuir en el desarrollo del bebé lo máximo posible.

Belén Alonso, nutricionista de Nutribén, recuerda que “una dieta sana es un elemento básico en la infancia que evitará problemas de salud presentes y futuros como la obesidad, y recordamos que resulta de gran utilidad para controlar el estrés de los peques y los cambios de humor e, incluso, conseguir un patrón de descanso apropiado a la edad de cada uno”.

La nutricionista confirma que “en los inicios de la Alimentación Complementaria podemos introducir ciertos nutrientes mediante los potitos, por ejemplo, el pescado, la verdura y la fruta, de una manera fácil y segura”.

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