El otoño ya está aquí, abriendo sus fauces, inevitablemente y ello implica un cambio de horarios, un cambio de estilo e incluso una nueva alimentación, ya que los platos más frescos darán paso a platos más calientes, como las cremas o los potajes.
Los frutos secos, las hortalizas o las setas son algunos de los platos más solicitados durante esta época del año. Por ello, el restaurante Sagasta 28 Bistró nos cita 8 alimentos que no pueden faltar en tu mesa este otoño:
1. Calabacín y calabaza: este tipo de verduras se caracterizan por su alto contenido en agua y su bajo aporte, tanto en calorías como en hidratos de carbono. Estas características las hace perfectas para que sean el acompañante 10 en cualquier plato.
2. Espinacas: es la planta perfecta para incluir en dietas que combaten la obesidad, ya que posee muy pocas calorías y, además, un elevado poder saciante. Asimismo, por sus propiedades y composición ayudan a aliviar el estreñimiento a la vez que aportan hierro.
3. Setas: destacan gracias a su elevado contenido en proteínas de valor biológico, aunque también son ricas en hierro, fósforo y potasio, todos ellos minerales esenciales para el buen funcionamiento del organismo.
Los frutos secos, las hortalizas o las setas son algunos de los platos más solicitados durante esta época del año
4. Espárragos trigueros: son el alimento más diurético de la dieta mediterránea. Recomendables, sin duda, para aquellas personas que sufren de retención de líquidos o de enfermedades de riñón. Además, permiten una gran cantidad de combinaciones, revueltos, acompañamiento de pescados y carnes y un largo etcétera.
5. Lechugas, escarolas y endivias. Las ensaladas... un plato perfecto cuando no se tienen ganas de cocinar o cuando lo que uno quiere es cuidarse. La lechuga, las endivias... suelen ser la base de la mayoría de las ensaladas, además, la lechuga es rica en antioxidantes y el mejor alimento del que echar mano cuando se quiere perder peso.
6. Pescados azules. Los pescados azules (trucha, sardina, atún...) son muy ricos en Omega 3, por lo que resultan buenos para el corazón y también para la concentración de la mente. Son recomendables para mantener unos huesos fuertes y, además, contienen multitud de antioxidantes, mientras que las vitaminas B y C son muy buenas para el sistema nervioso.
7. Frutos secos: los frutos secos son un alimento del que no conviene abusar, ya que contienen una gran cantidad de calorías. Pero, a su vez, aportan fósforo, hierro, nutrientes y vitaminas que, consumidos con moderación, vienen muy bien al organismo.
8. Legumbres: son la base de la cocina mediterránea y son ricas en hierro, magnesio, calcio y fósforo. Las solemos tomar en platos calientes y potajes, pero mezclarlas en ensaladas también pueden resultar una muy buena opción.