La piel es el órgano más importante de nuestro cuerpo y por ello es fundamental cuidarlo y mantenerlo sano para que pueda seguir cumpliendo con su función principal que es la de protegernos de los factores externos como las bacterias, las sustancias químicas y la temperatura. Para ello, una alimentación adecuada resulta fundamental.
Los nutrientes son esenciales para ayudar a la piel a proporcionar esta barrera protectora. Si una persona come una dieta sana y equilibrada que proporcione los nutrientes que necesita, puede ayudar a la piel en sus funciones protectoras.
Una de principales patologías que sufre nuestra piel es la sequedad. Esto se debe principalmente a la deficiencia de nutrientes entre los que se encuentran algunas vitaminas como la A, C o D, el znic o el selenio.
Asegurarse de que estas vitaminas y minerales sean parte de la dieta puede ayudar a mantener la piel saludable. El consumo de omega-3, antioxidantes del té verde y cúrcuma también puede ayudar a prevenir la piel seca. Estos son algunos de los alimentos que pueden protegernos de la piel seca.
Hígado de res. Es una buena fuente de vitamina A. Esto se debe a que los animales almacenan vitamina A en el hígado. La vitamina A es un nutriente esencial para combatir la piel seca porque contiene retinoides y carotenoides. Estas propiedades activan ciertas vías en el cuerpo que afectan directamente a la piel. La vitamina A puede ayudar a reparar la piel dañada por los rayos UV y reducir los síntomas de la psoriasis.
Batata. Otra gran fuente de vitamina A. Ayuda a proteger contra una baja cantidad de hierro en la sangre y puede aumentar la capacidad de supervivencia de enfermedades como el sarampión.
Pimiento rojo dulce. Se trata de una gran fuente de vitamina C. Puede ser útil cuando se tiene la piel seca, ya que aumenta significativamente la hidratación de la piel. Además, también protege de los rayos UVA y aumenta el colágeno de la piel, lo que reduce la afecciones de la piel relacionadas con la edad como la aparición de arrugas, la pigmentación o la piel más dura.
Kiwi. El kiwi es otra buena fuente de vitamina C. La falta de vitamina C puede afectar negativamente a la piel, lo que provoca dolor en las articulaciones, disminución de la cicatrización de heridas y deficiencia de hierro. Consumir vitamina C puede reducir el riesgo de desarrollar cataratas y puede disminuir la gravedad de los síntomas del resfriado.
Aceite de hígado de bacalao. El aceite de hígado de bacalao es una buena fuente de vitamina D. La vitamina D3 puede inhibir los queratinocitos que causan condiciones de piel seca como la psoriasis.
Leche de soja, almendras y avena. Destacan por su gran aportación en vitamina D. Esta vitamina es muy beneficiosa para mantener la hidratación de la piel y su humedad.
Semillas de girasol. Gran fuente de vitamina E. La vitamina E es un antioxidante y puede ayudar a combatir los efectos adversos del daño UV, como la piel seca y la pigmentación.
Ostras. Las ostras son ricas en zinc. El zinc es un nutriente esencial protegiendo la piel del daño UV. Limita la cantidad de radiación que penetra la piel y puede ayudar a evitar que la piel se reseque.
Aguacate. Fuente de omega-3. Una dieta baja en omega-3 puede fomentar la aparición de la piel seca, escamosa y la dermatitis.
Té verde. El té verde también puede ayudar con el fotoenvejecimiento, que puede provocar hiperpigmentación, sequedad de la piel y otros signos de daño por rayos UV.