La vitamina C, también llamada ácido ascórbico, desempeña muchas funciones importantes en el cuerpo. En particular, es clave para el sistema inmunológico, ya que ayuda a prevenir infecciones y combatir enfermedades.
A su vez, la vitamina C es un antioxidante. Protege las células del cuerpo del daño causado por los radicales libres, que son lo que causan cambios en las células y el ADN y pueden provocar enfermedades, incluido el cáncer.
Es clave para el sistema inmunológico, ya que ayuda a prevenir infecciones y combatir enfermedades
También, esta vitamina desempeña un papel clave en casi todos los tejidos del cuerpo. Sin la vitamina C, el cuerpo no puede producir colágeno, una proteína necesaria para construir y mantener: huesos sanos, articulaciones, piel y tejidos del tracto digestivo.
Asimismo, algunos estudios sugieren que la vitamina C puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedad cardiaca.
Sin embargo, el cuerpo humano no almacena vitamina C, por lo que las personas necesitan obtener este nutriente a través de su dieta diaria con alimentos como naranjas, fresas, brócoli, patatas, kiwi, mango, limón y pomelo.