Algunos alimentos pueden empeorar el acné. Sí, como lees. De hecho, según explica la doctora Marta Hermosín, especialista en nutrición del Instituto de Dermatología Integral, ''un exceso en el consumo de grasas saturadas, alimentos procesados y azúcares refinados puede ser el responsable de la aparición de acné y de un agravamiento del mismo''.
También puede ser el responsable de la aparición de milliums, pequeños puntos de queratina y células muertas de entre 1 y 3 milímetros que aparecen en la cara debido a que los poros están cerrados a causa de un cúmulo de grasa en ellos.
En este sentido, ''evitar los lácteos es muy importante, incluso los que no tienen lactosa, ya que la caseína y otras proteínas presentes en los lácteos también producen grasa; el chocolate, las bebidas con cafeína; y, por supuesto, los embutidos grasos son todos estimulantes de la glándula sebácea'', manifiesta la especialista.
Los ácidos grasos poliinsaturados juegan un papel importante por su función antiinflamatoria del tejido
Por el contrario, ¿hay alimentos que sean beneficiosos para mejorar esta patología? Los principios que se usan por sus propiedades son, entre otros, los flavonoides, resveratrol (presentes en la uva y frutos rojos, entre otros), la cúrcuma, el aceite de oliva, la soja, y la zanahoria, pues aportan luz, jugosidad y luminosidad.
''También dan elasticidad a los tejidos más secos, para evitar que el desequilibrio entre grasa y agua en el manto hidrolipídico cause un exceso de sebo. Además, captan los radicales libres de la piel, y evitan el estrés oxidativo y, por consiguiente, la dieta debe ser rica en agua y electrolitos: presentes en el agua de coco o la alcachofa, vitaminas y ácido fólico, los cuales podemos encontrar en los arándanos, naranja, espinacas'', apostilla Marta Hermosín.
Los ácidos grasos poliinsaturados juegan un papel importante por su función antiinflamatoria del tejido, de modo que fuentes de EPA Y DHA, presentes en las microalgas, nueces y almendras, serán beneficiosos.
''En definitiva, hay alimentos que perjudican, como ya hemos comentado, y otros que ayudan a que el acné mejore o empeore. En cualquier caso, es clave una detección precoz del mismo, ponerse en manos de un especialista que pueda diagnosticar el origen de ese acné (pubertad, embarazo, alimenticio) y así poder abordarlo de una forma global para no solo tratar la consecuencia estética del acné sino la causa del mismo'', concluye la especialista en nutrición.