Las tendencias en dietas no paran de cambiar mientras la lista de alimentos prohibidos incrementa, sobre todo en las redes sociales. Ante ello, cada vez es más difícil saber si lo que consumimos es sano o no. Como ha ocurrido con la carne roja, objeto de debate desde hace varios años por sus riesgos asociados y alto valor proteico.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la carne roja es la carne sin procesar del músculo de mamíferos como la vaca, cerdo, cabra, caballo o cordero, tanto en su versión picada como congelada. Por su parte, la carne roja procesada es aquella que ha sido transformada mediante algunos procesos para cambiar su sabor u mejorar su conservación como sucede en los ahumados, salazones o curados, un ejemplo son los embutidos o las salchichas.
“La carne roja no es esencial”
Su consumo siempre ha despertado polémicas, especialmente desde la publicación de un estudio por parte de la OMS donde afirmaba que su consumo es “probablemente cancerígenopara los seres humanos”. El cardiólogo José Abellán (@doctorabellan) y el entrenador Cristóbal Caballero (@cristobalccoach) aclaran si la carne roja es peligrosa o no.
En primer lugar, los expertos plantean si se trata de un superalimentoo un veneno. Por un lado, no se puede olvidar que la carne roja es fuente de algunos nutrientes como:
- Proteínas de alto valor biológico, esencial para la salud de las uñas, cabello o músculos.
- Hierro hemo, que tiene una biodisponibilidad muy alta. Es muy habitual en tejidos animales, aunque es muy beneficioso para ayudar a la absorción de nutrientes, están relacionados con la producción de radicales libres que dañan nuestro ADN-
- Vitaminas B12, B3 y B6. Las cuales poseen un importante papel metabólico, del sistema nervioso, para el cerebro y la sangre, entre muchos otros.
- Zinc y selenio. Dos minerales que ayudan al sistema inmune gracias a sus propiedades antioxidantes.
No obstante, varias investigaciones asocian si consumo con el riesgo de enfermedades cardiovasculares u varios tipos de cáncer, concretamente colorrectal. A pesar de que tiene muchos minerales y vitaminas que son beneficiosos para el organismo, también contiene algunos compuestos químicos que son potencialmente cancerígenos.
CÁNCER Y RIESGO CARDIOVASCULAR
“No todas las carnes son iguales”, destacan los especialistas. Ambos apelan a los datos de la OMS y a la capacidad para producir cáncer, de las cuáles diferencia: Por un lado, la carne roja sin procesar: “Probablemente carcinógeno para humanos” del grupo 2A. Y por otra parte, la carne roja procesada: “Carcinógeno para humanos” del grupo 1., una categoría que se emplea cuando hay suficiente evidencia de carcinogenicidad.
De acuerdo con la explicación de los expertos en cuanto al riesgo cardiovascular, su alto contenido en grasas saturadas eleva el colesterol LDL. Lo que crea placas de ateroma en las arterias. A su vez, esto incrementa el riesgo de sufrir un evento cardiovascular, como puede ser un infarto.
¿LA CONSUMIMOS O NO?
“La carne roja no es esencial”, confirman. En esa línea, los expertos aportan algunas alternativas para consumir en su lugar. Por cada 3% de carne que se sustituye por vegetales, la mortalidad disminuye en un 12% y los eventos cardiovasculares un 17%. Por ello, lo más adecuado es reducir su consumo y optar por otro tipo de carnes como las blancas, que incluyen al pescado.
En caso de consumir carnes rojas, lo mejor es evitar las variedades procesadas y vigilar las veces que la incluimos en nuestras comidas a la semana, así como optar por carnes magras de calidad y moderar el grado de cocción. Algunas recomendaciones varían desde emplear la cocina al vapor y evitar la exposición directa al fuego o las altas temperaturas, así como agregar vino tinto, zumo de limón o aceite de oliva. Finalmente, los expertos animan a incrementar la proporción de vegetales integrales para contribuir a la salud.