Si nos hemos pasado con el roscón y hemos comido en exceso estas navidades, es el momento de recuperar hábitos saludables, como el de ampliar el tiempo dedicado al deporte o volver a esa dieta que tanto nos cuesta seguir, entre cuyos alimentos no debería faltar nunca la berenjena, una verdura con gran cantidad de agua que ayuda a saciarnos, que mejora nuestra circulación sanguínea y reduce el tan temido colesterol, entre muchas otras propiedades.
Combate el insomnio, previene la aterosclerosis, ayuda a controlar el azúcar y es buena para el sistema nervioso
Y es que, por su gran contenido en agua (93%) y su prácticamente nulo aporte de proteínas y calorías, las berenjenas son muy usadas en estas fechas para conseguir uno de los objetivos que siempre nos marcamos al empezar el año: adelgazar. Buenas para la piel y excelente fuente de antioxidantes, comer berenjenas con frecuencia es además sumamente positivo para nuestra digestión, ya que aumentan la producción de bilis.
Pero no solo eso, ya que la berenjena también combate el insomnio, previene la aterosclerosis, ayuda a controlar el azúcar y es buena para el sistema nervioso gracias a la presencia de vitamina B6, B1 y magnesio en cantidades significativas, reforzando y mejorando el estado de ánimo. Además protege al cerebro al contener nausina, un ácido fenólico que ayuda a las membranas de las neuronas, combatiendo diversos trastornos de tipo nervioso.
A su vez, es apropiada para diabéticos porque contiene muy pocos hidratos de carbono y mucha fibra, lo que reduce la velocidad de absorción de los azúcares de otros alimentos, así como sustancias que ayudan a mantenerlo bajo control, como la trigonelina. También protege el hígado, es digestiva y diurética.