Como todos los alimentos fermentados, el kimchi juega un papel muy importante en nuestra salud intestinal, desintoxicando el hígado gracias a sus bioquímicos y fortaleciendo el sistema inmunológico. Además, cuenta con otras propiedades antioxidantes, de aporte vitamínico, y sirve como reductor del colesterol.
Proveniente de Corea (del Norte y del Sur), donde su consumo es una auténtica religión, se suele preparar de cara a los meses fríos como los que vivimos en España en estos momentos, mezclando y cortando verduras y hortalizas en su elaboración.
En este sentido, en restaurantes, el kimchi forma parte de sopas, ensaladas, arroces, pastas, empanadas o bien se sirve como acompañamiento o base de un pescado, y en algunos supermercados lo vemos incluso en salsas.
Como todos los alimentos fermentados, el kimchi juega un papel muy importante en nuestra salud intestinal, desintoxicando el hígado gracias a sus bioquímicos y fortaleciendo el sistema inmunológico
Asimismo, el kimchi, que se diferencia del chucrut en el proceso de elaboración y la cantidad de sal utilizada, puede hacerse con decenas de vegetales, casi siempre nabo, col, ajo, cebollas, zanahorias, rábanos o pepinos, siendo su olor bastante fuerte así como su sabor, salado, ácido y picante en ocasiones.
Entre las principales propiedades del kimchi está la de ser una eficaz y saludable solución contra el estreñimiento, ayudándonos a evacuar y limpiar los intestinos gracias a su ácido láctico. Algunos científicos han apuntado también a que puede prevenir el cáncer de estómago, pero es en los procesos digestivos donde ejerce sus funciones más interesantes, empezando porque nos ayuda a abrir el apetito. El kimchi contiene, además, proteínas, carbohidratos, calcio y vitaminas de los grupos A, B1 y B2.