Dr. Ignacio Jiménez: "Hay que beber más agua en verano porque con la sudoración aumenta la pérdida"

Ignacio Jiménez, endocrino y nutricionista, explica en Estetic cuáles son las cantidades de agua recomendadas y las consideraciones para realizar un consumo adecuado

El Dr. Ignacio Jiménez, endocrino y nutricionista del Hospital Gregorio Marañón(Foto. Fotomontaje Estetic) (1)
El Dr. Ignacio Jiménez, endocrino y nutricionista del Hospital Gregorio Marañón(Foto. Fotomontaje Estetic) (1)
Verónica Serrano
23 julio 2024 | 10:00 h

El agua es el elixir de la vida. Sin ella, nuestro cuerpo apenas podría sobrevivir más de tres días, ya que es imprescindible para su funcionamiento. Para garantizar esa funcionalidad, existen unas recomendaciones generales que aseguran una ingesta hídrica adecuada y, para conocerlas, Estetic ha contactado con el Dr. Ignacio Jiménez, médico especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid).

El experto indica que las recomendaciones generales pasan por el consumo diario de 30 mililitros de agua por cada kilo de peso corporal. “Por ejemplo, una persona de 70 kilos debería consumir unos 2.100 mililitros de agua, aunque estos requerimientos son mayores en caso de realizar actividad física intensa o en presencia de temperaturas elevadas”, señala.

Como observamos, la diferencia de peso va a marcar la cantidad de agua que necesita cada persona, aunque también influyen otros factores, como la edad, la realización de actividad física o la presencia de temperaturas extremas. De hecho, ahora que atravesamos el verano y que hace tanto calor, el Dr. Jiménez confirma que hay que elevar nuestra ingesta de agua diaria:

“Es necesario beber más agua en verano porque aumenta el porcentaje de pérdidas insensibles a través de la sudoración”, informa. No obstante, no existen unas cantidades recomendadas aproximadas, porque “va a depender de muchos factores: del grado de calor, de sudoración del individuo, del grupo poblacional, de la actividad física...”.

“Es preferible garantizar un aporte progresivo a lo largo del día y anticiparse a la sed, no esperar a que aparezca”

En cualquier caso, “si los requerimientos normales eran de unos 30 mililitros por cada kilo de peso, en verano debemos asegurar que, ante temperaturas extremas como las que tenemos actualmente, estos requerimientos han de estar por encima de esa cifra”, indica el endocrino, incidiendo en la importancia de “mantenerse bien hidratados, especialmente en condiciones de temperaturas elevadas y en aquellos grupos poblacionales que pueden presentar alteraciones en el reflejo de la sed”.

De lo contrario, una hidratación insuficiente aumenta el riesgo de deshidratación, “sobre todo ahora, en verano, con las temperaturas extremas que tenemos”. Entre los efectos adversos que destaca el experto como consecuencia, se encuentran los mareos, las alteraciones cognitivas, la disminución del rendimiento, el cansancio, el estreñimiento o deterioro de la función renal.

También pueden darse cuadros sincopales que pueden derivar en traumatismos craneoencefálicos y, desde el punto de vista endocrinológico, la deshidratación puede favorecer que haya una hiperglucemia en pacientes con diabetes. Además, en casos muy graves “incluso puede provocar fallecimientos y, de hecho, se notifican varios todos los años”, recuerda el experto.

CONSEJOS PARA UN CONSUMO DE AGUA ADECUADO

Aunque es importante aportarle al cuerpo la ingesta hídrica recomendada, el doctor recuerda que hay que tener en cuenta otras consideraciones para un consumo adecuado que beneficie al organismo. La primera de ellas es “garantizar un aporte progresivo a lo largo del día y anticiparse a la sed, no esperar a que aparezca”.

Esta medida debe resultar de especial interés para quienes presenten alteraciones del balance hídrico, como aquellas en tratamiento crónico con diuréticos, o aquellas personas que puedan presentar alteraciones en el reflejo de la sed, como las personas de edad avanzada.

"Es muy importante extremar las medidas para asegurar una ingesta hídrica adecuada"

“Además, en este último grupo poblacional, los ancianos en algunos casos podrían presentar disfagia que les dificulte la ingesta de líquido, ante lo cual habría que buscar alternativas para mantenerse bien hidratados”, recuerda el doctor. Entre estas alternativas, destaca el consumo de fruta, ya que está compuesta en un 90% por agua.

Por otro lado, “no es recomendable beber agua excesivamente fría porque a esta temperatura puede hacer que se ingiera menor cantidad porque no se deglute tan adecuadamente como el agua a temperatura ambiente”. Asimismo, el nutricionista señala que “el agua muy fría ni alivia más la sed, ni quita más el calor”, por lo que es preferible “no beberla a temperaturas extremas”.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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