Con la llegada del verano, muchos de nosotros nos hemos puesto, ahora sí, las pilas con la operación bikini, aunque realmente ya no lo podríamos considerar así. Es momento de comenzar a preparar nuestro cuerpo para lucirlo en las playas y las piscinas. Y muchas veces, la propia operación comienza con cuidar nuestra alimentación.
Muchos de los alimentos que consumimos a diario son una elevada fuente de calorías vacías. Un término que no lo ligamos principalmente a la comida basura, pero lo cierto es que las introducimos en la dieta de manera inconsciente. Estos son los principales grupos de alimentos en los que las podemos encontrar:
Azúcares. La cucharadita que echamos al café parece inofensiva, pero ingerirla diariamente no es lo más recomendable en los primeros pasos de la dieta. El azúcar aporta glucosa y fructosa, es decir, hidratos de carbono de fácil asimilación. Aunque la glucosa sí es esencial para la vida, no lo es para el funcionamiento de nuestro organismo y abusar de ella conlleva una acumulación en forma de grasa. Su consumo excesivo puede provocar afecciones a nivel cerebral como la pérdida de memoria, a nivel hormonal puede afectar a la fertilidad y a nivel gastrointestinal en la alteración de la microbiota intestinal.
Bebidas. Tal y como dice su nombre, sirven para refrescar. Sin embargo, muchas veces se ignora que todo su sabor se consigue, en parte, a través de una excesiva presencia de azúcares, que distan mucho de ser buenos para la salud. Su alto contenido en azúcares, señala el equipo de nutricionistas de Clinique LaPrairie, es causante de problemas de sobrepeso y obesidad. Otra de las bebidas a evitar es el alcohol. Su consumo aporta “gran cantidad de calorías, más si las mezclamos con bebidas azucaradas. Además, fomenta la deshidratación, dificulta la detoxificación hepática, aumenta la apetencia por las comidas grasas y azucaradas y su prioridad a la hora de sermetabolizado dificulta la quema de grasa corporal”, afirman desde Clinique La Prairie Madrid.
Alimentos procesados. La bollería industrial es un recurso rápido y dulce con el que darnos un capricho. Y, aunque de vez en cuando no hacen al “Aportan exceso de azúcar, harinas refinadas (hidratos de carbono de fácil digestión) y grasas industriales o poco saludables. Es decir, es un combo de calorías con baja densidad nutricional”, afirma el equipo de profesionales de Clinique La Prairie Madrid.
Topings y precocinados. Las prisas nunca deben ser un aliado de nuestras comidas. Ya sea a través de alimentos precocinados o dando sabor a la comida que nos queda sosa con salsas, recurrir a este tipo de recursos conlleva una gran ingesta de calorías vacías no recomendable. Por una parte, las salsas son unas fuente de azúcares añadidos y grasas vegetales que pasan pornuestra dieta proporcionando una alta carga calórica sin ningún efecto saciante. Por otra parte, losalimentos precocinados, aunque suponen un rápido y fácil recurso ante la falta de tiempo, contienenazúcar añadido, harinas refinadas,grasas industriales o poco saludablesy en muchos casos aditivos.