Existen días en los que se invita a reflexionar sobre cómo nos cuidamos, y las semanas previas a la Navidad son clave en este aspecto, puesto que es importante preparar el cuerpo para los excesos y mentalizarse sobre los errores que cometemos a la hora de comer.
Por este motivo, Kaiku Sin Lactosa, la marca de lácteos sin lactosa, comparte los malos hábitos más comunes en lo que a alimentarse se refiere. ¡Toma nota!
1. Comer sin pensar. Uno de los grandes errores que se comenten a la hora de alimentarse es comer sin conocer lo que se tiene en el plato. No se trata de obsesionarse con las etiquetas e ingredientes de todos los productos, ni llenar platos únicamente con verduras. ¿La solución? Comer todo tipo de alimentos de forma variada y controlar las cantidades, así como apostar por productos frescos y alejarse de los ultraprocesados.
2. No establecer un plan de comidas. Improvisar a la hora de comer conlleva acabar comprando de última hora productos rápidos de preparar y no tan sanos, u optando por comer fuera de casa. Por esta razón, fijar un calendario de comidas es la mejor manera de controlar lo que comemos y compensar excesos imprevistos. Además, agendarse un día a la semana para hacer la compra y preparar los tuppers, de esta forma se optimizará el tiempo entre fogones.
3. Aburrirse comiendo. Comer de forma saludable no tiene por qué ser monótono y no tenemos por qué cocinar todo al vapor. De hecho, es una práctica contraproducente puesto que el cerebro seguirá demandando alimentos con altos niveles de azúcar o grasas, al no sentirse 'satisfecho'. Así pues, una buena opción para compaginar es el aceite de oliva, el ajo, el limón y sobre todo, las especias. De esta forma se añadirá sabor de forma saludable.
4. No tener los snacks al alcance. El ya famoso picoteo aumenta cuando no disponemos de una opción saludable a mano, lo que nos lleva a decantarnos por algo rápido y no siempre sano. ¿La solución? Mantener en el escritorio o frigorífico una reserva de snacks como frutos secos, yogures sin lactosa o crudités para evitar tentaciones.
5. El tentempié nocturno. Son muchas las veces que se hurga en la nevera a altas horas de la noche, ya sea por no poder dormir o por no haber tenido una cena suficientemente completa. Dos pequeños trucos evitarán el tentempié nocturno: lavarse los dientes (la sensación de limpieza evita que queramos comer más) o un vaso de leche caliente antes de acostarse, el cual relajará el cuerpo y la mente. Si optamos por la opción sin lactosa, aligeraremos la digestión nocturna.