¿Tienes dolor abdominal y fatiga? Aprende a distinguir entre celíaquía y sensibilidad al gluten

La enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten son condiciones que afectan a quienes consumen alimentos con gluten y comparten síntomas, pero las causas y consecuencias son distintas

La enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten, dos condiciones distintas (Foto. Canva)
La enfermedad celíaca y la sensibilidad al gluten, dos condiciones distintas (Foto. Canva)
Carmen Bonilla
24 diciembre 2024 | 10:00 h

La enfermedad celíaca (EC) y la sensibilidad al gluten no celíaca (SGNC) son condiciones que afectan a quienes consumen alimentos que contienen gluten. Aunque comparten síntomas como dolor abdominal, hinchazón o fatiga, las causas y consecuencias en la salud son marcadamente diferentes, según un análisis especializado.

El gluten, una proteína presente en cereales como el trigo, la cebada y el centeno, desencadena estas respuestas adversas. En el caso de la EC, se trata de un trastorno autoinmune donde el sistema inmunológico daña el revestimiento del intestino delgado tras la ingesta de gluten, lo que provoca serias complicaciones como malabsorción de nutrientes. En cambio, la SGNC no daña el intestino, pero ocasiona molestias digestivas y síntomas generales que afectan la calidad de vida.

La EC tiene un origen genético y está asociada a las variantes DQ2 y DQ8, aunque no todas las personas con estas variantes desarrollan la enfermedad

Existen una serie de causas y diferencias clave:

  • Causa subyacente. La EC tiene un origen genético y está asociada a las variantes DQ2 y DQ8, aunque no todas las personas con estas variantes desarrollan la enfermedad. La SGNC, por su parte, no tiene una causa definida. Investigaciones recientes apuntan a otros componentes del trigo, como los fructanos o los inhibidores de amilasas-tripsinas, como posibles responsables.
  • Daño físico. En la EC, el consumo de gluten provoca daños visibles en el intestino delgado, afectando la absorción de nutrientes. Sin embargo, la SGNC no causa daños estructurales, aunque sus síntomas pueden ser incómodos y persistentes.

El diagnóstico de la EC incluye pruebas de sangre, biopsias intestinales y estudios genéticos para confirmar la enfermedad. En contraste, la SGNC se diagnostica por exclusión, descartando alergias y otras patologías, y observando la mejoría de los síntomas tras eliminar el gluten.

El tratamiento para ambas condiciones es similar: una dieta estricta sin gluten. Esto implica evitar productos que contengan la proteína y prevenir la contaminación cruzada en la preparación de alimentos. Además, es fundamental elegir productos certificados como libres de gluten para garantizar la seguridad alimentaria.

De no tratarse, el EC puede causar complicaciones graves como anemia, osteoporosis o infertilidad

De no tratarse, el EC puede causar complicaciones graves como anemia, osteoporosis o infertilidad. Por otro lado, aunque la SGNC no conlleva riesgos tan severos, sus síntomas pueden interferir en la rutina diaria y el bienestar emocional de quienes la padecen.

En un contexto donde las dietassin gluten son cada vez más comunes, distinguir entre estas dos condiciones es crucial para ofrecer un tratamiento adecuado y evitar restricciones innecesarias. Entender las diferencias no solo ayuda a los pacientes, sino que también fomenta una mayor precisión en la atención médica y en la industria alimentaria.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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