Llevar una alimentación saludable es esencial para que gocemos de buena salud. Sin embargo, el consumo de alimentación fuera del hogar crece el triple que el doméstico, y esta tendencia ''puede llevar a multiplicar la cantidad de alimentos que ingerimos, así como el consumo de grasas animales, saturadas y postres grasos'', indica el doctor José Luis Palma, vicepresidente de la Fundación Española del Corazón (FEC), quien añade, no obstante, que ''comer fuera de casa no tiene porqué ser sinónimo de comer mal''.
Por ello, la FEC ofrece una serie de recomendaciones a tener en cuenta para disfrutar de una comida sana fuera de casa. ¡Toma nota!
1. Aprovecha las nuevas tecnologías para elegir restaurantes con menús con ofertas saludables. Revisa el menú antes por Internet, si es posible, y decántate por aquellos que ofrezcan pescados, carnes blancas antes que rojas, verduras y frutas de postre. La cocina al horno o a la plancha siempre antes que el frito o el empanado.
2. Come algo saludable a media mañana para evitar llegar al restaurante con excesiva hambre (fruta idealmente).
3. El agua para beber es siempre la mejor opción.
4. Elige antes que el resto de comensales para evitar la tentación si ellos piden algo poco saludable.
5. Convence a alguien para compartir los entrantes (saludables, por supuesto).
6. A veces ''menos es más''. Elige platos simples que no contengan demasiados alimentos diferentes.
7. Pregunta si los platos llevan algo de acompañamiento, y de ser así, asegúrate de que esos son saludables. Después de elegir un plato saludable, te podrían sorprender con unas patatas fritas de acompañamiento, por ejemplo.
8. No añadas sal ni salsas a los platos. Tal y como vienen hay que tomarlos.
9. No es imprescindible terminarse el plato si uno no tiene más hambre. Solemos hacerlo para no tirar comida, pero hoy en día es muy habitual pedir que preparen para llevar lo que ha sobrado.
10. Los postres es mejor evitarlos o al menos compartirlos. La fruta siempre será una de las opciones más saludables.