Con la llegada del verano, son muchas las personas que confían en las dietas milagro para definir la figura y perder “esos kilos de más”. Aunque pueden ser efectivas en el corto plazo para bajar de peso, en realidad, este tipo de rutinas de alimentación terminan en el conocido ‘efecto rebote’ con el paso del tiempo, además de considerarse peligrosas para la salud.
Para esclarecer todas las dudas, desde Estetic hemos contactado con María Mercedes Sánchez, responsable de Información Científica de Marnys. Como experta, nos confirma que “las dietas milagro no cuentan con una base científica, pretenden poseer cualidades que no pueden ser demostradas, exageran propiedades y efectos que no son evidentes ni probados”. Y lo peor de todo es que “no están alineadas con los principios actuales de lo que debe ser una alimentación saludable”.
Además, someterse a este tipo de medidas extremas en el régimen de alimentación incrementa tanto el ‘efecto rebote’, que consiste en “ganar peso más rápidamente después de una reducción abrupta” y en las afectaciones a los sistemas orgánicos, como son “el cardiovascular, el muscular, la piel y el neurológico”, entre otros. En definitiva, el control de peso debe ser un programa continuo en el medio-largo plazo, seguido con disciplina, orientación y control.
LOGRAR UNA REDUCCIÓN DE PESO EFECTIVA Y SALUDABLE
Además de la pérdida de peso para mejorar la calidad de vida de la persona y favorecer su salud cardiovascular, el “objetivo” de una dieta debe estar siempre enfocado en la “reducción de los riesgos para la salud”. Por eso, la recomendación es que “una persona bajo un esquema dietético debe perder del 5 al 10% del peso inicial corporal en un año”. Y ello se consigue a través de una dieta saludable.
“La elección de la mejor dieta dependerá de los factores individuales y del asesoramiento profesional”. Pero algo que siempre estará presente es la composición de los elementos que integran la dieta: siempre se deben priorizar las proteínas, grasas y carbohidratos. Según la experta, se debe balancear una dieta baja en calorías que contenga grasas poliinsaturadas (de cadena corta) que ofrezcan una obtención de energía óptima, carbohidratos con alto contenido de fibra e índice glucémico bajo, para ejercer un efecto de llenado gástrico, y proteínas hidrolizadas de fácil absorción que producen un efecto de saciedad.
"La elección de la mejor dieta dependerá de los factores individuales y del asesoramiento profesional"
Pero para garantizar el éxito de nuestra dieta equilibrada y saludable María Mercedes Sánchez nos deja los siguientes consejos:
- Vigilar la cantidad de alimentos ingeridos, a través de dietas hipocalóricas, muy hipocalóricas o de reemplazo.
- Observar el tipo de alimentos consumidos (composición en macronutrientes), y las dietas bajas en carbohidratos, en grasas o proteicas.
- Prestar atención al horario de las comidas.
- Hacer ejercicio, ya que ejerce un efecto reductor del peso, en mayor proporción que la dieta sola.
Las dietas hipocalóricas se pueden complementar con suplementos alimenticios que favorecen la reducción del peso corporal. Existen dos ingredientes que pueden facilitar este objetivo: el glucomanano y el chitosan. La Autoridad Alimentaria Europea (EFSA) declara que el glucomanano junto a una dieta hipocalórica contribuye a la reducción de peso, mientras que el chitosan tiene la propiedad de complejar las grasas y contribuye al mantenimiento de niveles normales de colesterol en sangre.