En un mundo donde la salud y el bienestar se han convertido en temas de creciente preocupación, las estadísticas sobre las dietas y los hábitos alimentarios de la población son reveladoras. El VII Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon destaca que, a pesar del aumento de enfermedades como la obesidad, diabetes y trastornos cardiovasculares, solo el 27% de los españoles ha seguido algún tipo de dieta en el último año.
Este dato, que refleja un estancamiento respecto al año anterior, pone de manifiesto la necesidad de fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de una alimentación saludable. La nutrición adecuada no solo es fundamental para mantener un peso saludable, sino que también es esencial para mejorar la calidad de vida y aumentar la longevidad.
La nutrición adecuada no solo es fundamental para mantener un peso saludable, sino que también es esencial para mejorar la calidad de vida y aumentar la longevidad
Aprender a comer bien y adoptar hábitos alimenticios adaptados a las necesidades individuales se ha convertido en una herramienta clave para cuidar de la salud. Sin embargo, el hecho de que una proporción tan baja de la población recurra a dietas o regímenes alimenticios plantea la pregunta de por qué aún hay resistencia a adoptar cambios en la alimentación.
Los resultados del estudio también desglosan el uso de dietas por perfil demográfico. Las mujeres son las que más frecuentemente siguen dietas, con un 31,1% frente al 22,7% de los hombres. Curiosamente, el teletrabajo parece influir en este comportamiento, ya que un 36,9% de las personas que teletrabajan todos los días han seguido algún tipo de dieta.
Por edades, los jóvenes de 18 a 25 años son quienes más se han comprometido con las dietas, alcanzando un 37,9%, mientras que entre los que tienen entre 56 y 65 años, este dato desciende significativamente a un 19,7%. Además, las personas que perciben una mejora en su situación económica (35%) y quienes no están satisfechas con su apariencia física (33,8%) son más propensas a iniciar un régimen alimenticio.
En cuanto a las dietas más populares, la investigación revela que no hay un régimen que destaque significativamente sobre los demás. Sin embargo, la dieta disociada es la más seguida, alcanzando un 19,3%. Esta dieta permite una ingesta variada de alimentos, pero los separa en categorías. Le siguen la dieta Keto, que se basa en un alto consumo de grasas y proteínas y bajo en carbohidratos (18,3%); la dieta de ayuno intermitente, o fasting, que restringe el número de calorías a consumir durante determinadas horas del día (18%); y la dieta Ozempic, utilizada en un 10,9% de los casos.
Una tendencia positiva que se observa en el estudio es el aumento en la realización de dietas bajo la supervisión de un profesional. Por primera vez, más de la mitad de los encuestados (50,2%) ha seguido una dieta guiada por un médico o especialista, lo que representa un incremento de 7,2 puntos porcentuales en comparación con 2023. Esta tendencia sugiere que la población está empezando a valorar las recomendaciones de profesionales de la salud al considerar cambios en su alimentación.
Una tendencia positiva que se observa en el estudio es el aumento en la realización de dietas bajo la supervisión de un profesional
En cuanto a las regiones de España, Baleares, País Vasco y Canarias son las comunidades donde más ciudadanos se han puesto a dieta, con un 35,9%, 33,1% y 32,6% respectivamente. Por el contrario, La Rioja (11,2%), Castilla y León (14,1%) y Asturias (18,9%) son las comunidades donde menos regímenes alimenticios se han seguido.
Aunque la preocupación por la salud y el bienestar está en aumento, los datos del VII Estudio de Salud y Estilo de Vida de Aegon muestran que todavía hay un camino por recorrer en la adopción de hábitos alimentarios saludables. La clave para mejorar la salud colectiva radica en la educación sobre nutrición, la valoración del asesoramiento profesional y la motivación personal para llevar un estilo de vida más saludable.