El desayuno es la comida más importante del día. Muchas veces, con las prisas, tomamos alimentos cargados de azúcar e incluso en otras ocasiones optamos por no comer nada. Error. Siempre debemos de realizar un desayuno, que sea más o menos saludable.
“Creo que se debe principalmente a que no nos levantamos con el tiempo suficiente, preferimos dormir antes que perder el tiempo haciéndonos un smoothie de frutas. Además, la población no conoce lo que es una alimentación saludable. Nos han inculcado desde pequeños que el vaso de leche con azúcar, cacao y galletas o en el mejor de los casos un pan blanco tostado es un buen desayuno”, explica Rosa López Monís, bióloga molecular y nutricionista.
Según la última encuesta realizada por el Ministerio de Sanidad, tan solo el 50% de la población reconoce hacer un desayuno saludable, mientras que el 6% reconoce saltárselo.
“Entiendo que los pacientes no quieran desayunar nada más levantarse. Todo depende de la hora a la que se cene. Si se cena muy tarde, es normal que no se tengan ganas de desayunar por la mañana. Un vaso de agua puede ser suficiente, aunque como depende de la etapa de la vida en la que te encuentres. Por ejemplo, un niño que está creciendo y que necesita energía para pasar la mañana en el cole, al menos debería tomarse una fruta antes de salir de casa y llevar algo para la media mañana” sentencia.
Comer saludable aporta numerosos beneficios para la salud, nos va a ayudar a mantenernos sanos, a pasar mejor cualquier infección, a vivir con calidad de vida en definitiva e incluso a una mayor longevidad.
Ahora bien, ¿qué alimentos debe de incorporar un desayuno saludable? Rosa López nos da dps ideas de desayuno saludable. La mañana es uno de los mejores momentos para tomar fruta, ya que aporta azúcares y aunque son de procedencia natural, el metabolismo humano los quema mejor por la mañana. Añadir yogurt, leche fresca de cabra, bebida vegetal o té verde, también es una buena opción.
El clásico desayuno: muchas veces lo más sencillo es lo más sano. Un buen desayuno puede estar integrado por una tostada de pan integral con aceite de oliva virgen extra, aguacate y tomate. Acompañado de una pieza de fruta como una naranja, mandarina, kiwi o plátano, ya sea entera o en smoothie.
Todo desayuno debería incluir hidratos de carbono, proteínas, grasas saturadas y fibra.
Desayuno de “bowl con algo más”: no siempre nos apetece desayunar lo mismo, por eso salirse de la rutina también puede ser bueno para la salud. Desayunar un bowl con leche de almendras sin azúcares añadidos con copos de avena, arándanos, fresas, nueces y semillas.
DESAYUNOS NO SALUDABLES
“Para mí un desayuno que no es saludable es el típico desayuno, en el que te tomas un café con dos cucharadas de azúcar blanco y unas tostadas de pan refinado con mantequilla y mermelada, o embutidos procesados, eso no es un desayuno saludable, no podemos empezar el día con alimentos azucarados y procesados, que más que aportarnos nos terminan robando nutrientes” explica Rosa López. Algunos de los alimentos que debemos de evitar para no hacer una comida poco saludable son: azúcar, especialmente el azúcar blanca refinada. Panes refinados. Mermeladas con azucares añadidos. Endulzantes químicos como la sacarina. Bacon y grasas saturadas animales. Y cereales refinados.
Comer saludable aporta numerosos beneficios para la salud, “nos va a ayudar a mantenernos sanos, a pasar mejor cualquier infección, a vivir con calidad de vida en definitiva e incluso a una mayor longevidad” sentencia la nutricionista.