Así debes alimentarte en los meses de frío (para evitar resfriados)

Mifarma comparte algunos consejos con el fin de ayudarnos a conseguir una apropiada transición del verano al otoño-invierno.

Debes seguir algunos tips para alimentarte bien en los meses de frío (Foto. Freepik)
Debes seguir algunos tips para alimentarte bien en los meses de frío (Foto. Freepik)
Estetic
2 diciembre 2019 | 22:00 h

Inmersos ya en el otoño, con los primeros días de frío, no solo debemos adecuar nuestros armarios con prendas más abrigadas, sino que es recomendable llevar a cabo algunos pequeños cambios en nuestra alimentación para aclimatarnos mejor al cambio de estación.

Tras el cambio de una nueva estación, no debemos perder de vista el cuidado de nuestro organismo y su preparación a un nuevo ritmo y un nuevo clima. Debemos tener en cuenta que puede resultar muy estresante para el organismo por los cambios de horas de sueño, y sobre todo, por los cambios en los horarios de las comidas.

Reme Navarro, farmacéutica y cofundadora de Mifarma, asegura que ''el objetivo de nuestra dieta durante estos primeros meses de frío debe ser generar energía, aportar calor al organismo y reforzar nuestras defensas. De esta forma, conseguiremos mantener el buen estado de nuestro sistema inmunológico para evitar los clásicos resfriados y gripes''.

No debemos perder de vista el cuidado de nuestro organismo y su preparación a un nuevo ritmo y un nuevo clima

Teniendo todo esto en cuenta, Mifarma comparte algunos consejos con el fin de ayudarnos a conseguir una apropiada transición del verano al otoño-invierno.

1. Apostar por los platos calientes. Con la vuelta a la rutina solemos fijarnos nuevos propósitos. Los resfriados y gripes son constantes y es importante prepararnos con una dieta reforzada. El frío propicia una ingesta mayor cantidad de calorías para mantener la temperatura corporal, pero no es necesario si elegimos la dieta más adecuada.

De cara a nuestros menús, es recomendable sustituir los alimentos crudos por platos caliente y cocinados, que nos aporten ese calor necesario, sin dejar de lado la ensalada, un plato que debemos mantener durante todo el año.

2. Incluir alimentos de temporada. La dieta mediterránea siempre es la mejor opción. Con ella se cubren la mayoría de las necesidades de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra. Pero es cierto que durante esta época el alimento principal del menú deben ser los cereales, para conseguir una buena base energética. Por su parte, los cítricos, gracias a la vitamina C, ayudarán a reforzar nuestras defensas. Por último, no debemos olvidar los champiñones y las setas porque son alimentos inmunoestimulantes que refuerzan nuestro sistema inmunitario y nos protegen de las bajas temperaturas del invierno.

3. Hidratarse de forma correcta. El verano es una época en la que solemos beber mucha agua, pero al volver a la rutina nuestro comportamiento es el contrario, lo que acaba siendo muy perjudicial para el funcionamiento de nuestros órganos y acaba afectando a nuestras defensas. La recomendación es beber como mínimo dos litros diarios.

Los beneficios de una correcta hidratación son múltiples y van desde un mejor funcionamiento de nuestro organismo, a conseguir una piel más hidratada, evitar una retención de líquidos, reducir el apetito, desintoxicar el organismo y eliminar los gérmenes.

4. Planificar las comidas. Para poder retomar unos hábitos saludables, que normalmente en época estival no se suelen seguir, es esencial una planificación. Es muy recomendable organizar semanalmente las comidas para así asegurarnos que éstas sean saludables y equilibradas. Con esto también evitamos comer más de la cuenta y el clásico picoteo entre horas.

Reme Navarro destaca que ''es importante completar los cambios en la dieta con la realización de ejercicio físico, pues contribuye a la eliminación de bacterias de los pulmones y vías respiratorias, y favorece la circulación de anticuerpos y leucocitos, con lo que conseguimos combatir enfermedades de forma más rápida y efectiva''.

''A esto debemos sumar la generación de energía, la disminución de horas de luz y la bajada de temperaturas, ya que son decisorios en la calidad y cantidad de sueño, y esto a su vez influye en la vitalidad, en unas fechas en las que la astenia es una sensación bastante generalizada. Para combatir esta sensación de cansancio, fatiga y debilidad física y psíquica, desde Mifarma recomendamos recurrir a complementos que pueden aportarnos energía y vitalidad, y además ayudan a aliviar el cansancio y la fatiga'', concluye Reme Navarro.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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