Mientras que unos dicen que comer frutos secos es saludable, otros dicen lo contrario. Sin embargo, la clave está en saber qué frutos secos son los más beneficiosos para el organismo.
Por ello, desde Estetic.es te damos a conocer aquellos que contienen grandes propiedades para la salud. ¡Toma nota!
1. Cacahuetes. Los cacahuetes contienen una variedad de polifenoles, antioxidantes, flavonoides y aminoácidos, componentes que han demostrado ser beneficiosos para la salud. También una gran cantidad de proteínas. Además, las grasas de los cacahuetes son principalmente ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados saludables.
2. Almendras. Aunque contienen un poco menos de proteínas que los cacahuetes, lo compensan con otros nutrientes. Las almendras son ricas en vitaminas y minerales y la mayoría de sus grasas son grasas monoinsaturadas.
3. Pistachos. Contienen muchas proteínas y otros nutrientes vitales. También son una fuente de ácidos grasos y antioxidantes saludables. Por otro lado, según un estudio publicado, comer pistachos tiene un efecto beneficioso sobre la presión arterial y la función endotelial, lo que puede conducir a un menor riesgo de problemas de salud relacionados con el corazón.
4. Anacardos. Contienen proteínas vegetales, grasas saludables e hidratos de carbono. Además, al ser ricos en proantocianidinas, un flavonoide que elimina las células anormales, pueden prevenir el cáncer. También mejoran la salud cardiovascular y reducen los niveles de colesterol.
5. Nueces. Si bien las nueces son conocidas por su contenido de grasa saludable, también son una buena fuente de proteínas y otros nutrientes. Su alta concentración en polifenoles ayuda a mejorar la función cerebral, haciendo que favorezca la memoria y la capacidad de aprendizaje. También, ayudan al sistema inmunitario ya que la vitamina E y los antioxidantes de este fruto seco estimulan la producción de anticuerpos, que son los encargados de eliminar bacterias, parásitos y virus.
6. Avellanas. Son una buena fuente de minerales como calcio, fósforo y magnesio, indispensables para el crecimiento, así como de manganeso. Estas vitaminas y minerales ayudan al equilibrio del sistema nervioso. También aportan significativas cantidades de ácido fólico, una vitamina del grupo B favorece durante el embarazo el adecuado desarrollo del sistema nervioso del feto.