El otoño es una época de cambios. Los días cada vez son más cortos. Volvemos a la rutina de colegio, universidad, trabajo… y, ¡cómo no!, hacemos una lista con nuevos propósitos como regresar al gimnasio o cuidar nuestra alimentación después del periodo estival en el que acostumbramos a cometer algunos excesos.
De ahí que la nutricionista Elena de la Fuente, del Hospital Quirónsalud San José, insista en la necesidad de llevar una alimentación sana y equilibrada, no solo durante esta época del año, pues “nos va a repercutir en la salud, el estado de ánimo, el sistema inmunológico, especialmente sensible con la bajada de las temperaturas, el descanso”. Por ello, a su juicio, “debemos retomar o iniciar una rutina saludable de alimentación y ejercicio”.
Esta especialista ofrece unos consejos, muy sencillos de seguir, pero que también reclaman ciertas dosis de voluntad, que ayudan para comprometerse con un estilo de vida más saludable…
CONSUMIR ALIMENTOS DE TEMPORADA, ¿POR QUÉ?
Porque van a conservar perfectamente sus propiedades nutricionales (vitaminas, minerales, fibra). Además, mantienen sus propiedades organolépticas de textura, color y sabor. Han seguido su proceso de crecimiento y maduración natural sin la utilización de métodos artificiales que lo aceleren. Son más sostenibles para el medio ambiente.
"Las frutas y verduras de temporada contienen nutrientes necesarios para cada estación"
Por otra parte, las frutas y verduras de temporada contienen nutrientes necesarios para cada estación. “Las de otoño, por ejemplo, son muy ricas en determinados antioxidantes que van a reforzar nuestro sistema inmunológico paraprevenirde resfriados y que no nos afecte tanto el cambio de estación”, resalta Elena de la Fuente.
INICIAR ALGUNA ACTIVIDAD FÍSICA
La práctica de actividad física es necesaria para mantener una buena forma, mejorar nuestro estado anímico, fortalecer huesos y músculos, reforzar el sistema inmunológico, prevenir enfermedades...
Hacer ejercicio en compañía tiene beneficios adicionales. Algunos estudios demuestran que ejercitarse en compañía aumenta aún más que en solitario la regeneración neuronal, además de mejorar nuestras relaciones personales e incrementar la adherencia a la actividad.
En verano los horarios son más flexibles, al ser los días más largos acabamos cenando y acostándonos más tarde. Pero, al llegar el otoño y aprovechando que tenemos menos horas de luz un buen propósito sería cenar e irnos a la cama antes para descansar de manera adecuada. Está demostrado que dormir poco, además de afectar a nuestro rendimiento y actividad durante el día, también está relacionado con mayor riesgo de sobrepeso u obesidad.
Por último, el mejor aliado para seguir una rutina saludable es la planificación. “Haz la lista de la compra de todo lo que vayas a necesitar durante la semana. En ella deben predominar los alimentos vegetales y evita comprar productos procesados”, sugiere Elena de la Fuente, quien además aconseja diseñar un menú de comidas para esa semana.
“Si no dispones de tiempo cada día para preparar tus comidas, organízalas durante el fin de semana”, concluye.