Rocío Osorno pertenece a ese grupo de influencer que transmiten su día a día con todos sus seguidores para hacerles participes de lo que es un día en su vida. La joven empresaria sevillana comparte desde sus shootings, sus sesiones de fotos, su maquillaje, la receta de su arroz con leche o el día a día con sus dos hijos: Jacobo y Luis.
El pasado fin de semana, la sevillana compartió con todos sus seguidores el problema que tiene con el más pequeño de sus hijos, Luis, y la alimentación. Tal y como explicaba ella misma en su perfil de Instagram el pequeño de la familia se niega a probar muchas de las comidas que hace y tan solo quiere comer “nuggets, patatas fritas y poco más”. Una situación que ella misma ha calificado como “desesperante”.
Y es que a diferencia de Jacobo, el mayor de los dos, que come todo lo que pongan en el plato y es buenísimo, el pequeño parece acabar con la paciencia de la influencer en muchas ocasiones.
Ante esta situación, cómo era de esperar, muchos de los seguidores de la empresaria sevillana comenzaron a darle trucos y consejos para hacer frente a la situación. “Prueba a no darle comida entre horas para que llegue con hambre a la comida”, “ofrece siempre una pequeña cantidad de la comida nueva acompañando a la que ya come, para que explore, juegue y se habitué a ella”, “no prestar demasiado atención a que no coma, comer vosotros cómo si nada pasase, dejarle su plato hasta que terminéis vosotros de comer y cuando acabéis retirarlo. No insistir ni comentar lo que está pasando”, eran algunos de los consejos que después la influencer quiso compartir.
¿QUÉ HACER REALMENTE?
Rocío Osorno no es la única madre que se tiene que enfrentar a este tipo de situaciones. Encontrarse con niños que no quieren comer un determinado alimento es mucho más habitual de lo que nos podemos imaginar y por eso, las asociaciones de pediatras han elaborado diferentes guías para ayudar a los padres con “comensales muy exigentes”.
Desde ‘Healthy Children’, recomiendan a los padres no frustrarse con el comportamiento de los niños, ya que al final son etapas que se superan. Entre los consejos que transmiten a las familias se encuentran los siguientes:
Comer todos juntos. Aunque puede parecer que no es necesario, compartir la hora de la comida con los niños ayuda mucho a que estos aprendan como tienen que comer. Lo mejor es no tener distracciones como televisiones, móviles o tablets. Además, lo recomendable es que todos coman lo mismo y que siempre haya un alimento que le guste al niño.
Evitar peleas. Si el niño decide no comer, es decisión suya. No insistas ni tampoco lo hagas demasiado caso. Presionarles a que coman o castigarlos puede provocar que rechacen más la comida.
Nada de sobornos. Se acabo aquello de “si te lo comes te doy después una chocolatina” o cualquier otro premio.
Involucra al niño en la cocina. No hay nada que les guste más a los niños que sentirse participes de las cosas. Cuando estés haciendo la comida, pide su ayuda para elaborarlo, de esta manera le picará la curiosidad por saber cómo sabe aquello que ha cocinado el mismo.
Utiliza la creatividad. Hacer que la hora de la comida sea divertida ayuda mucho para llamar la atención del niño. Por ejemplo, si vamos a comer arroz con tomate, ¿por qué no hacerlo imitando la forma de un volcán?
EL FINAL DE LA HISTORIA
Finalmente, tal y como la propio Rocío mostró a través de su Instagram después de "una hora de negociaciones, he conseguido que se coma un poco de arroz con tomate. Algo es algo", celebraba la influencer.