El verano está lleno de placeres, muchos de ellos para el paladar, y la mayoría cargados de contraindicaciones para la forma física. Aperitivos que se convierten en almuerzos, cafés que derivan en tapeo, actividades que retrasan la hora de comer incitándonos a picar snacks poco saludables... Sin embargo, sobrevivir a estos maravillosos momentos es posible, pero solo si prestamos atención a estos errores a evitar que nos descubre Alejandro Cánovas, nutricionista del hotel Barceló Montecastillo.
1. CONFUNDIR SED CON HAMBRE. En verano nos deshidratamos con mucha más facilidad y más del 30% de las personas cometen el error de confundir la sed con hambre, ¿cómo diferenciarlo? Es muy sencillo. ''Bebe un vaso grande de agua y espera cinco minutos, si la sensación vuelve escoge un snack saludable como las nueces. La mayoría de las veces de trata de una mezcla de ambas sensaciones'', afirma el nutricionista.
2. BARRA LIBRE DE FRUTA. Sí, pero no descontroladamente. No hay que olvidar que contiene azúcares, por lo que no se recomienda comer más de 4 o 5 piezas al día (aunque depende de la condición y ejercicio físico personal). ''Lo ideal es consumir cuatro piezas: dos en el desayuno, una a media mañana y otra después de comer'', apunta Alejandro Cánovas.
3. SALTARSE LA CENA. Haber picado algo a media tarde no debería implicar saltarse una comida principal como es la cena, ''aunque sí hay que adaptarla, reduciendo proporcionalmente el grupo de alimentos que se haya tomado durante el picoteo'', explica el nutricionista.
4. ¿SI LLEVA LECHUGA NO ENGORDA? Llamar ensalada a cualquier comida que incluya lechuga no reduce automáticamente su aporte calórico. Para Alejandro Cánovas ''debemos tener cuidado con ingredientes como el queso de cabra, el exceso de frutos secos, los crutones de pan o las salsas, ya que convierten las ensaladas en platos hipercalóricos''.