Aunque no lo creas, llevar una mala alimentación puede influir en la salud de la piel y el cabello. De hecho, la doctora Marta Hermosín, médico especialista en nutrición del Instituto de Dermatología Integral, señala que ''desde las 24 horas iniciales de una mala alimentación podemos empezar a ver signos externos a nivel de la epidermis como sequedad, piel más mate, piel con falta de elasticidad... Y más adelante, a partir de los 30 días, va a haber una consecuencia a nivel del cabello, cuero cabelludo... Y todo esto va a ser debido no solo a una mala nutrición, sino a una desnutrición''.
Y es que, una ingesta incorrecta en macronutrientes y micronutrientes va a causar un efecto muy visible no solo en las capas más superficiales de la piel, sino en las capas más profundas, más vascularizadas.
''Va a hacer que los capilares sanguíneos que irrigan a los tejidos no estén bien irrigados y eso suponga que las capas más profundas de la piel también sufran, lógicamente, un envejecimiento y una agresión por ausencia de vitaminas y minerales'', señala la doctora.
En este sentido, poderlo solucionarlo va a llevar mucho tiempo puesto que las capas más profundas de la piel van subiendo hacia arriba y van a suponer que, en el medio plazo, esa renovación del tejido no va a ser correcta, ya que las capas han estado dañadas.
Una mala alimentación, pobre en ciertas verduras y frutas, va a hacer que el cuero cabelludo se descame, esté más seco y más quebradizo
Asimismo, Marta Hermosí subraya que ''una mala alimentación influye de manera directa por una ausencia de proteínas que va a afectar sobre el sostén de los tejidos más profundos, generando flacidez en ciertas zonas. Así, la falta de colágeno y elastina tiene consecuencia directa sobre el tejido en zonas donde la gravedad tiene un efecto mayor a partir de los 30-35 años en las mujeres''.
Por otra parte, ''una falta de hidratación, de hidrato de carbono complejo, va a hacer que el tejido esté más seco y genere zonas más grasas en mujeres con tendencia al acné. Además, va a generar zonas de deshidratación que van a sufrir luego arrugas más profundas... Líneas de expresión que se van a convertir en arrugas en el surco nasogeniano o las patas de gallo. Todas estas líneas se verán mucho más marcadas en tejidos deshidratados por una mala ingesta de hidratos de carbono'', añade la especialista en nutrición.
A nivel del cabello, una falta de macronutrientes va a generar una sequedad en el cabello. Una mala alimentación, pobre en ciertas verduras y frutas, va a hacer que el cuero cabelludo se descame, esté más seco y más quebradizo. En este sentido, hay muchos alimentos que son más beneficiosos para piel y cabello como son aquellos ricos en ácido fólico, en vitaminas del grupo B, C y también en D.
''Todas estas vitaminas las vamos a encontrar en frutas y verduras, con lo cual es importante una alimentación rica en frutos rojos, que van a tener de polifonoles, muy interesantes para el antienvejecimiento de la piel...'', concluye la doctora.