La dieta mediterránea cuenta con la aprobación de los nutricionistas. Más allá del consumo del aceite de oliva, de los cereales, el pescado, las legumbres, los tubérculos y los frutos secos, las frutas y las verduras cobran un papel protagonista, ya que aportan fibra, agua y vitaminas y minerales esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. Y dentro de este grupo de alimentos, la berenjena es una de las más versátiles y que más utilizamos en nuestros platos.
Sin embargo, puede que alguna vez hayas escuchado hablar de que la piel de la berenjena no es comestible, porque supuestamente resulta tóxica. ¿Qué hay de verdad en esta afirmación? ¿Nos encontramos ante un mito o es la realidad?
¿SE COME LA PIEL DE LA BERENJENA?
Para salir de dudas y averiguar si comer la piel de la berenjena no implica ningún riesgo para la salud, desde Estetic nos hemos puesto en contacto con Adriana Oroz (@adristylelife), dietista-nutricionista que suma más de 138.000 seguidores en Instagram. La experta nos cuenta que es un alimento rico en agua, fibra y antioxidantes, “como refleja su color morado por las antocianinas”.
Además, la berenjena aporta muchas vitaminas y minerales esenciales, entre los que destacan el potasio, el ácido fólico, el calcio, el hierro, el magnesio y las vitaminas C, A y del grupo B. En cualquier caso, si se consume cruda, su piel es dura y “tal vez por ello sea más difícil de digerir, pero una vez que se cocina, ya no hay problema y se digiere muy fácilmente”, señala Oroz.
Respecto a la posible toxicidad de la piel de la berenjena, la experta nos cuenta que “es un mito extendido que no es verdad”. La idea nace de la solanina, sustancia que “actúa de plaguicida natural y que puede causar complicaciones digestivas”. Sin embargo, “está presente en pequeñas cantidades y es vulnerable al calor del cocinado, por lo que no habría ningún problema”, explica.
"A la hora de comprar la berenjena aconsejo fijarse en que la piel, que esta sea brillante y tersa"
Así pues, no hay excusas para renunciar a la berenjena y a todas sus propiedades. Se trata de una verdura “muy versátil en cocina” que da mucho juego en platos construidos con alimentos muy variados, como por ejemplo, asada al horno con especias y en rodajas, en una escalivada con pimientos y cebolla, en pisto, con garbanzos al curri rellena con queso, carne picada o derivado vegetal como la soja texturizada.
También se puede marinar con crema de cacahuete y salsa de soja e incluirla en un salteado de verduras o dentro de elaboración cómo una musaka, lasaña vegetal, ratatouille y un sinfín de combinaciones más. La nutricionista ya ha propuesto varias deliciosas recetas con berenjena en Instagram que no te puedes perder.
Por último, nos ha dejado unas cuantas recomendaciones para escoger las berenjenas a la hora de ir a comprarlas. Como primera anotación, aconseja fijarse en que la piel sea “brillante y tersa” y si esta no termina de ser uniforme, mejor rechazarla. “La berenjena tiene que estar dura siempre y sin ninguna mancha o golpe, porque de lo contrario puede que no esté buena”. Además, recomienda comprarlas con un día o dos de antelación como máximo, ya que “son delicadas y se pueden estropear”.