El concepto de que ‘comer grasa engorda’ es uno de los mitos más arraigados en el mundo de la nutrición. Durante décadas, la grasa ha sido demonizada en dietas populares y en la cultura general como un factor principal del aumento de peso. Sin embargo, la realidad es más compleja. Aunque es cierto que las grasas contienen más calorías por gramo que los carbohidratos y las proteínas, eso no significa que consumirlas en cantidades adecuadas conduzca necesariamente al aumento de peso.
En este sentido, la nutricionista Laura Jorge, conocida en redes sociales como @ljnutricion, ha desmentido uno de los mitos más comunes en el mundo de la nutrición: el concepto de que comer grasa engorda. De acuerdo con la experta, las grasas no se convierten automáticamente en grasa corporal, y eliminar las grasas de nuestra dieta no es la solución para perder peso.
El primer concepto que Laura Jorge destaca es la importancia de generar un déficit calórico para perder grasa corporal. Es decir, para perder peso, no se trata simplemente de eliminar un grupo de nutrientes, sino de consumir menos calorías de las que el cuerpo necesita para su funcionamiento. “Para perder peso, no se trata de eliminar un grupo de nutrientes, sino de crear un déficit calórico, es decir, consumir menos calorías de las que el cuerpo necesita para su funcionamiento”, explica.
"Para perder peso, no se trata de eliminar un grupo de nutrientes, sino de crear un déficit calórico, es decir, consumir menos calorías de las que el cuerpo necesita"
La especialista hace un llamado a no eliminar las grasassaludables de la dieta, como las que provienen del aceite de oliva virgen extra (AOVE), los pescados azules y los frutos secos. Según la nutricionista, estas grasas no solo son importantes para mantener una buena salud, sino que también cumplen múltiples funciones en el cuerpo, como la regulación hormonal, la absorción de vitaminas y el mantenimiento de la salud cerebral. La eliminación de grasassaludables puede causar graves problemas, como la pérdida de la menstruación en las mujeres, un síntoma que muchas veces se pasa por alto en dietasrestrictivas.
“Las grasas insaturadas, como las que se encuentran en el AOVE y los pescados azules, son esenciales para el funcionamiento del cuerpo”, subraya la nutricionista. En cambio, las grasas trans y saturadas, que se encuentran en alimentos ultraprocesados y fritos, son las que deberían evitarse.
La publicación de Laura Jorge pone de relieve la importancia de desmitificar creencias erróneas que a menudo afectan nuestra relación con la comida. En lugar de seguir dietasrestrictivas que prohíben grupos enteros de nutrientes, la experta aboga por un enfoque equilibrado que incluya una variedad de alimentos saludables, movimientos físicos regulares y un estilo de vida sostenible.