Las navidades son fechas peligrosas para mantener un peso ideal, ya que las comilonas se multiplican y es muy difícil no caer en la tentación. Lograr mantener nuestro peso entre tanto exceso es difícil, pero hay precauciones que podemos tomar para no acabar con unos kilos de más, sin necesidad de renunciar a la vida social.
La clave está en la moderación y el sentido común: hacer tus 5 comidas, sin saltarte ninguna y aumentar un poco el gasto energético con algo más de ejercicio o saliendo a bailar después de cenar. También, se deben compensar las comidas especiales en los días que no tengas celebraciones, aumentando el consumo de alimentos ligeros o detox como sopas depurativas, ensaladas, piña, espárragos o smoothies.
Asimismo, desde la plataforma Dieta Coherente recomiendan consumir con moderación el alcohol y los postres navideños los días señalados, pues se calcula que cada comida especial de estas fiestas aporta unas 1.500 Kcal.
Concentrarse en comer despacio es la mejor manera de controlar lo que comemos, mejorar la digestión y evitar los empachos
Por otra parte, a modo de aperitivo, puedes optar por salmón, queso semicurado o embutidos magros. Evita foie, patés o quesos de untar. Planifica tus primeros platos menos calóricos con sopas y cremas de pescado o marisco y de plato principal carne o pescado al horno con poca salsa y guarnición vegetal, así podrás dejar hueco para el postre.
De igual forma, durante estas fechas es importante saber decir que no a ciertas tentaciones. Si quieres disfrutar de las comidas principales, lo mejor es evitar el picoteo entre horas.
En las cenas y comidas navideñas se suele comer especialmente rápido, pues hay mucha comida o se quiere terminar para tomar las uvas. Concentrarse en comer despacio es la mejor manera de controlar lo que comemos, mejorar la digestión y evitar los empachos.
Por último, un truco para hacer frente a estas fechas es tomar un bloqueador de hidratos y grasas con las comidas y cenas más copiosas. En el estómago evita la absorción de las grasas y en el intestino limita la absorción de azúcares por lo que reduce las calorías asimiladas del total de calorías ingeridas.