Las fresas son una de las frutas más apetecibles. De hecho, en España las fresas y fresones se han posicionado entre las 10 frutas más consumidas del país. Se estima que cada año, los ciudadanos españoles comen un total de 2.65 kg de fresa a la temporada.
Al tratarse de una fruta tan versátil y fácil de comer, simplemente con lavarlas es suficiente, es perfecta para agregarla a un yogur natural, a un zumo o incluso para comerlas directamente. Su sabor entre dulce y ácido y su intenso aroma son los que hacen que la gente las consuma tanto.
Se compone principalmente de agua (89%), de hidratos de carbono que es alrededor del 7% y en forma de fructosa, glucosa y xilitol. Según la Fundación Española de la Nutrición (FEN), las fresas son una “fuente de vitamina C, con un porcentaje incluso superior al que posee la naranja”.
Si aún así consideras que no tienes los motivos suficientes para comer fresas, aquí te dejamos una lista que te harán plantearte tus dudas.
Favorecen la digestión. Al igual que prácticamente todas las frutas, las fresas también son ricas en fibras, por lo que ayudan a mantener el intestino saludable.
Ayudan a perder peso. Si lo que buscas es perder peso, las fresas pueden ser unas grandes aliadas en tu dieta. Se pueden usar para merendar, a media mañana o después de la comida o la cena. Gracias a su poder saciante, conseguirán dejarte saciado y así evitar picar entre horas.
Son una gran fuente de vitamina C. Aunque siempre hemos oído que las naranjas son una gran fuente de vitamina C, lo cierto es que la fresas también lo son. Gracias a ello ayudan a tener el sistema inmunológico mucho más saludable y a protegernos de enfermedades cardiovasculares y cuidar la piel.
Son antiinflamatorias. El color rojizo de las fresas proviene de una serie de pigmentos que combaten la inflamación.
Ayudan a tener el corazón más fuerte. Como bien decíamos antes, su gran aporte de vitamina C hace que las fresas sean unas grandes aliadas para prevenir enfermedades como la diabetes, el cáncer o enfermedades relacionados con el corazón.
¿CÓMO COMERLAS?
Al igual que sucede con otras frutas, las fresas son muy versátiles y ofrecen infinidad de oportunidades para combinarlas.
En macedonia. Junto a otras frutas como la piña, el kiwi o la naranja.
Acompañada de yogur o zumo. Otra de las posibilidades, si quieres merendar algo saludable, unas fresas con yogur son siempre una buena opción.
En ensaladas. Igual que muchas veces las acompañamos de mango, piña o granada, las fresas también son un excelente acompañante para hacer nuestras ensaladas más ricas.
Solas. No siempre es necesario acompañarlas de nada. Muchas veces comerlas recién lavadas es también una gran opción.