Las legumbres son un básico de la dieta mediterránea que no debe faltar en nuestra alimentación para asegurar un aporte saludable de proteínas, fibra, vitaminas, minerales, antioxidantes y grasas saludables. Es decir, todo un completo que nos ayuda a prevenir distintos problemas de salud. Pero, además también tienen alguna aplicación en cosmética.
Pero en concreto, hoy vamos a hablar de los garbanzos, una de las legumbres más populares y que según Noelia Suárez, Directora de comunicación de Nutritienda.com, “no sólo son una fuente de salud, sino que además son muy fáciles de incorporar a una amplia variedad de platos”. Y es que son un alimento muy versátil que aguanta tres días en la nevera, por lo que nos permitirá ganar tiempo mediante la cocina de aprovechamiento.
5 CURIOSIDADES SOBRE LOS GARBANZOS
1. Los garbanzos son originarios de Turquía, según indican los yacimientos arqueológicos, y desde allí se extendieron hacia el Mediterráneo, Asia y África. Los investigadores creen que entonces ya eran un básico en la dieta de antiguo Egipto, Grecia y Roma y, en España, hay evidencias de que en la Edad Media ya eran indispensables en las comidas de los campesinos, ya que eran fáciles de conservar y de cocinar, así como altamente nutritivos.
2. Estas legumbres tienen muchas propiedades nutricionales y ayudan a prevenir distintas enfermedades. Para comenzar, los garbanzos poseen un alto contenido de proteínas de origen vegetal, ideales para las dietas veganas o vegetarianas ante la ausencia de carne. También son fuente de fibra, ideales para regular el tránsito intestinal y reducir el colesterol, y de vitaminas y minerales como el hierro, calcio, magnesio y vitamina B. Además, son ricos en antioxidantes para prevenir del envejecimiento celular y de ácidos grasos esenciales, destinados a cuidar el estado de los tejidos corporales.
En cosmética, la harina de garbanzo se mezcla con agua para realizar exfoliantes faciales
Adicionalmente, la introducción de los garbanzos en nuestra dieta ayuda a prevenir enfermedades de diferentes tipos, como las cardiovasculares por sus distintos componentes nutricionales, la diabetes porque las proteínas controlan los niveles de azúcar en sangre y previenen los picos de glucemia, y la anemia, ya que estas legumbres contienen mucho hierro.
3. Existen diferentes tipos de garbanzos: negros, blancos y verdes. Los más comunes y a los que más estamos acostumbrados son los blancos y tienen una textura más cremosa. Los garbanzos verdes son suaves y grandes, y los negros presentan una textura más firme, pero son más pequeños. Esta variedad los convierte en un alimento muy versátil, ideales para preparar distintos tipos de platos, desde ensaladas, a sopas o guisos: hummus, falafel, cocido, chana masala, ensalada de garbanzos, revuelto de garbanzos y ‘ropa vieja’, sopa, curry de garbanzos, minestrone o garbanzos estofados.
4. Este alimento tiene aplicaciones en muchos tratamientos de belleza, pues tiene propiedades interesantes para cuidar, tonificar y suavizar la piel. La harina de garbanzo suele mezclarse con agua para realizar exfoliantes faciales y eliminar las células muertas, pero también se utilizan en mascarillas para hidratar y nutrir el cutis. Además, los garbanzos son fuente de zinc, un mineral que reduce las inflamaciones características de los brotes de acné.
5. Diferentes culturas han atribuido al garbanzo propiedades afrodisiacas y medicinales. Por ejemplo, antiguamente en las bodas se les sería a los novios para aumentar su fertilidad y pasión y en algunos países de África, se utilizaban garbanzos tostados como sustituto del café. En la medicina ayurvédica también se emplean para el tratamiento de enfermedades como la artritis o la diabetes.