Las cerezas son un tipo de fruta pequeña, redonda y muy fácil de comer, conocida por su dulce sabor y su color rojo brillante. Es una fruta que sobre todo se recoge en los meses de mayo y julio y que aporta muchos beneficios para la salud y el organismo.
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), existen muchas variedades de cerezas, cuyos nombres se deben al lugar de origen, tiempo de maduración, tipo de polinización y forma de floración. Además, desde FEN señalan que la cereza es rica en hidratos de carbono, principalmente azúcares simples como fructosa, glucosa y sacarosa, si bien su valor calórico es moderado respecto al de otras frutas.
Además de ser una fruta deliciosa que podría acompañar nuestras comidas y meriendas, las cerezas también aportan muchos beneficios a nuestro organismo:
- Se ha demostrado que tienen propiedades antiinflamatorias y analgésicas naturales, lo que las hace útiles en el tratamiento de dolores de cabeza, dolores musculares y enfermedades inflamatorias como la artritis.
- Buena fuente de melatonina, un compuesto que ayuda a regular el sueño y el ritmo circadiano del cuerpo. Esto puede hacer que las cerezas sean una opción saludable para aquellos que luchan con problemas de sueño o insomnio.
- Las cerezas contienen antioxidantes, como la vitamina C y los compuestos polifenólicos, que pueden ayudar a proteger el cuerpo contra el daño celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas
Es una fruta que sobre todo se recoge en los meses de mayo y julio
- Las investigaciones han demostrado que las cerezas pueden ayudar a reducir la intensidad y la duración del dolor muscular después del ejercicio.
- Las cerezas también son una buena fuente de minerales como el calcio y el magnesio, que son importantes para la salud ósea.
- Las cerezas contienen compuestos que pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol y presión arterial, lo que puede contribuir a mejorar la salud cardiovascular.
FORMAS DE CONSUMIRLA
Las cerezas se pueden consumir de muchas maneras diferentes, aunque las más frecuentes son las siguientes:
Frescas. Es la forma más tradicional de tomarlas. Se pueden tomar en el desayuno, merienda o como acompañamiento de la comida o cena.
Congeladas. Al igual que tomamos arándanos y frambuesas congeladas, las cerezas también son una fruta ideal para tomar de manera fresquita.
En salsas y mermeladas. Todas las frutas pueden acompañar a una comida o incluso unas tostadas en el desayuno.
Zumo. El zumo de cereza es una opción popular para aquellos que quieren disfrutar de esta fruta, pero quieren hacerlo de manera diferente.