El adecuado aporte de vitamina D durante la infancia resulta clave para el desarrollo del organismo de los niños, pues contribuye a que tengan unos huesos más fuertes a lo largo de su vida. Pero ¿cómo podemos asegurar una ingesta adecuada de esta vitamina? Existen dos formas: a través de la alimentación o tomando el sol. Lo ideal pasa por combinar ambas fuentes, garantizando así el aporte esencial para el organismo.
Además de los conocidos beneficios de la vitamina D sobre la estructura ósea de los niños, se ha observado también otras propiedades ventajosas como, por ejemplo, ''el papel que podría ejercer sobre el sistema inmune al asociarse unos buenos niveles de vitamina D con una menor prevalencia de infecciones/alergias o, incluso, la reducción del riesgo cardiovascular ayudando al buen funcionamiento de los vasos sanguíneos'', señala la nutricionista Belén Alonso.
ALIMENTOS RICOS EN VITAMINA D
-Pescado graso. El salmón y la caballa son las principales especies marinas que contienen más cantidad de vitamina D.
-Aceites derivados del pescado. El clásico aceite de hígado de bacalao es una fuente directa de vitamina D, siendo una de las más efectivas por su alta concentración.
El adecuado aporte de vitamina D durante la infancia resulta clave para el desarrollo del organismo de los niños
-Hígado. Especialmente el hígado de conejo y de ternera son los que más vitamina contienen, y se presentan como súperalimentos ideales para cualquier dieta de niño o adulto.
-Lácteos. Leche, yogur y queso. Los expertos explican que para que el organismo la sintetice mejor, es aconsejable que los productos sean enteros y que contengan grasa suficiente para contribuir a su asimilación por parte del organismo.
-Hongos y setas. Los champiñones y otras variedades de hongos ayudan a mantener e incrementar los índices de vitamina D del organismo.
Belén Alonso añade que ''es importante recordar que la dieta no es la única fuente para incrementar los niveles de vitamina D, y que los peques necesitan jugar en la calle y exponerse a la luz solar para sintetizarla''.
Muchos de estos alimentos poseen un sabor fuerte y una textura especial, por lo que es normal que muchos niños no incluyan este tipo de alimentos en su dieta. Por eso es interesante que los papás cuenten con alternativas adecuadas para asegurar una ingesta correcta de vitamina D.
Las leches de fórmula son un claro ejemplo de ello y se convierten de esta forma en una garantía para la adecuada alimentación de los más pequeños. Gracias a una fuerte apuesta en I+D de empresas españolas como Nutribén, encontramos alternativas que se adaptan a la dieta de los niños según su edad.
Destinada para niños a partir de los 12 meses y hasta los 3 años de edad, Nutribén Innova 3 combina grasa láctea y aceites vegetales que contribuyen a una mejora del sabor y el olor. Con una fórmula exclusiva con BPL1, sus componentes contribuyen a una alimentación completa y un adecuado equilibrio nutricional.