Seguro que tú también has oído hablar de los suplementos probióticos, unas cápsulas que resultan muy beneficiosas para la salud ya que equilibran la flora intestinal, ayudando a prevenir numerosas enfermedades como la obesidad, la diabetes o el cáncer de colon.
Pero, ¿sabías que también existen alimentos que contienen probióticos entre sus propiedades? Algunos de ellos son los productos lácteos, como el kéfir o el yogur.
Sin embargo, solo porque algunos de estos tipos de alimentos contengan probióticos, no significa que todos lo hagan. Por ejemplo, no todos los yogures contienen cultivos vivos y activos, los que lo hacen suelen estar claramente marcados.
No todos los yogures contienen cultivos vivos y activos, los que lo hacen suelen estar claramente marcados
Y como con todo, con los alimentos probióticos también pasa lo mismo: pueden tener efectos secundarios. Y es que, se ha demostrado que algunas personas experimentan gases o náuseas tras consumir algún tipo de estos alimentos. No obstante, estos efectos secundarios pueden minimizarse reduciendo la cantidad del alimento en cuestión.
Por otra parte, cualquier persona que tenga un sistema inmunológico comprometido, esté embarazada o siga una dieta especial debido a una condición médica preexistente, debe consultar a su médico antes de comer alimentos probióticos ya que pueden perjudicarles.