La obesidad infantil es una de las principales epidemias a la que nos enfrentamos en la actualidad. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sobrepeso y la obesidad afectan en España al 42.4% de los niños y al 40.4% de las niñas con edades comprendidas entre los 6 y los 9 años. Además, los niños con sobrepeso tienden a seguir siendo obesos en la edad adulta y tienen más probabilidad de sufrir enfermedades del corazón o diabetes.
Para evitar este tipo de enfermedades, es fundamental cuidar la alimentación de los niños. Hemos hablado con la Dra. Cristina Alfaro Iznaola, Pediatra, Endocrinólogo pediátrico del Hospital Universitario Rey Juan Carlos, quien destaca que “la alimentación es uno de los pilares fundamentales de salud del ser humano. Literalmente, “somos lo que comemos” desde el mismo momento de nuestra concepción y, por este motivo, es de vital importancia que enseñemos a los más pequeños cómo debe ser una alimentación y, en general, una vida equilibrada. Esto les ayudará a conseguir los nutrientes necesarios para su desarrollo día a día y sentará las bases para que, cuando sean adultos independientes, continúen con la tarea de cuidar su organismo y disminuyan el riesgo de enfermedades asociadas a una nutrición inadecuada.
La alimentación durante la infancia es fundamental para el desarrollo físico y mental de los niños
El crecimiento de los niños debe ir acompañado de una dieta equilibrada, para favorecer a su desarrollo físico y mental. Este tipo de dietas aporta múltiples beneficios para la salud de los niños. Así lo explica la Doctora Alfaro, “no solo a nivel físico donde, con este tipo de alimentación, estamos proporcionando todos los nutrientes necesarios para su desarrollo y crecimiento, sino también a nivel psicológico. Llevar una dieta sana y equilibrada nos ayuda también a tener una relación sana con la comida y, por lo tanto, disminuye el riesgo de trastornos de conducta alimentaria que están en auge hoy en día”.
Para acabar con este grave problema, Cristina cree que todo pasa por dar ejemplo a los niños desde la propia familia “lo que más cuesta hoy en día es intentar que todos en la familia llevemos un estilo de vida saludable pero si logramos convertirlo en un propósito familiar, es mucho más fácil conseguirlo. Si nuestros hijos nos ven comer sano y practicar deporte a menudo evitando el sedentarismo y el exceso de procesados será más fácil que ellos mismos lo cumplan en su día a día”.
¿CÓMO CONSEGUIR QUE LOS NIÑOS COMAN BIEN?
Uno de los grandes quebraderos de cabeza para los padres. Los niños que si les pones un determinado alimento sobre la mesa, deciden que no lo quieren comer porque “eso no les gusta” o “me da asco porque no sabe bien”. La pediatra endocrinólogo recomienda usar el truco del plato de Harvard (50% frutas y verduras enteras, 25% proteínas y 25% hidratos de carbono).
“Siguiendo este modelo es fácil que cubramos todas las necesidades alimentarias de los más pequeños pero recordemos que es imposible que coman “de todo”. Nosotros los adultos tampoco comemos de todo porque no todos los alimentos nos gustan por igual. Podemos ayudarnos de preparaciones en las que dichos alimentos estén “camuflados”; por ejemplo, en los malos comedores de verduras y pescado ayuda mucho a preparar albóndigas o hamburguesas caseras y salsas ricas en verduras. Hoy en día hay muchas recetas que pueden ayudarnos en esta tarea”.
MENÚ SALUDABLE
Lo ideal es que los niños hagan entre cuatro y cinco comidas al día. Normalmente suelen ser desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena.
Para el desayuno lo ideal es tomar una pieza de fruta, preferiblemente entera y no en zumo, cereales integrales (tostada de pan integral con tomate rallado, aguacate y aceite de oliva) y un producto lácteo (leche, yogur o queso fresco).
En las comidas y las cenas lo importante es seguir el consejo del plato de Harvad. Si elegimos proteína, debemos de combinarla con una de origen vegetal (soja, legumbres o quinoa) y, en cuanto a los hidratos de carbono, lo ideal sería que fuera de origen integral (centeno, espelta, trigo). Las legumbres son un gran aliado de estos últimos dos grupos y quedan muy ricas en ensalada o con verduras.
Un ejemplo de comida o cena podría ser: hamburguesas de pollo y zanahoria con tomate casero acompañadas de quinoa y de postre, fruta. Para beber, siempre agua y para cocinar, aceite de oliva virgen extra.
En cuanto al almuerzo y la merienda, lo mejor es optar por una pieza de fruta o una pulga integral con tomate y atún o lechuga y queso fresco. Algún día podemos introducir alguna pieza de bollería casera con azúcar en forma de dátiles o plátanos maduros.