Son muchos y muy conocidos los beneficios del aceite de oliva virgen extra como parte indispensable de la dieta mediterránea. Sin embargo, es habitual desgranar sus propiedades en adultos, olvidando, en ocasiones, su impacto positivo en los niños.
La farmacéutica Mónica Nieto, creadora de la firma de AOVES Alevoo junto a las otras hermanas Nieto, no quiere dejar pasar la oportunidad de ahondar en esta cuestión, dado que considera que muchos padres desconocen sus ventajas desde la gestación a la infancia.
"Es clave que desde edades tempranas los niños aprendan a comer bien y a desarrollar hábitos de alimentación saludables. Es desde pequeños cuando descubren los sabores y texturas que les gustarán el resto de su vida. Los beneficios del AOVE son tan importantes que debemos incluirlo en su dieta desde edades muy tempranas. El ácido oleico y la vitamina E promueven el crecimiento y mineralización de los huesos y parte de la energía que necesitan para su crecimiento los niños la obtienen de este zumo de aceitunas'', introduce la experta.
Son muchos y muy conocidos los beneficios del aceite de oliva virgen extra como parte indispensable de la dieta mediterránea
Explica que son muchos los especialistas que recomiendan a las madres la ingesta de este superalimento antes de que nazcan sus bebés pues, por su composición, impulsa la creación de tejidos y membranas celulares que conforman el sistema nervioso y otras estructuras de los más pequeños y protege frente al asma y algunas alergias.
"La dieta mediterránea rica en AOVE durante el embarazo contribuye a mejorar la salud de los recién nacidos en los primeros años de vida, según conclusiones de estudios científicos demostrados. El AOVE reduce en un 30% el riesgo de padecer diabetes gestacional en las madres, mejorando así la salud de los recién nacidos. Se ha demostrado que también disminuyen los ingresos hospitalarios durante los dos primeros años de vida de los bebés'', indica.
La influencia del aceite de oliva virgen en el embarazo, explica, es determinante en la mejoría frente al desarrollo de enfermedades metabólicas e inmunes de los bebés (dermatitis atópica, asma, bronquiolitis y alergias alimentarias). Además, ''la ingesta de AOVE se asocia a un mejor perfil antiinflamatorio e inmunoregulador durante el embarazo. El consumo de cuatro o cinco cucharadas diarias en las madres es importante para el aporte de vitaminas vitales en el desarrollo y la formación del feto''.
En el caso de los prematuros, existen estudios que confirman los beneficios del aceite de oliva virgen extra para ellos: ''confirman la relación de este ingrediente en el aumento tanto del peso del bebé prematuro como en la mejoría de las enfermedades relacionadas con su estrés oxidativo y la disminución del periodo de hospitalización de estos niños''.
La dieta mediterránea rica en AOVE durante el embarazo contribuye a mejorar la salud de los recién nacidos en los primeros años de vida
Tras su nacimiento, el bebé se enfrenta al periodo de lactancia, un nuevo entorno en el que necesita un aporte nutricional frente a amenazas externas. ''Este aporte de AOVE en la dieta de la madre lactante (dos o tres cucharadas repartidas en las comidas) contribuye a un mayor bienestar de su hijo. Le aporta la vitamina E antioxidante necesaria para regular los niveles de colesterol tanto en la madre como en el bebé y las vitaminas A, D y K fundamentales para el desarrollo intelectual del bebé. Debido a su baja acidez, protege a los niños en el estómago y les protege del reflujo gastroesofágico tan molesto'', aclara.
Y de los más pequeños a los que empiezan la infancia, todos deben considerar este rico alimento. ''Aproximadamente el 40% de la energía del día a día de los niños debería proceder de las grasas y no hay una mejor grasa que el AOVE para los niños, debido a su composición en ácidos grasos monoinsaturados, antioxidantes naturales y polifenoles'', comparte. Sin embargo, en ocasiones se cometen errores: no educar a los niños en hábitos saludables respecto a la alimentación; olvidar incorporar el AOVE a partir de los seis meses, en papillas y purés; e incorporar cualquier aceite a la alimentación de los niños. Tiene que ser AOVE, porque les proporciona los nutrientes necesarios para el desarrollo intelectual y para la formación de los huesos de cara al resto de su vida.
Puestos a elegir, la experta, Mónica Nieto, aconseja los aceites de oliva virgen extra ecológicos, como el suyo de Alevoo: ''Son AOVEs ecológicos y como tales son mejor asimilados y tolerados por los pequeños de la casa. Poseen un sabor delicioso y suave y una textura súper agradable que les convierte en imprescindibles en cada una de las comidas desde edades tempranas''.