El consumo de carne roja está en la mesa de debate... Entre sus detractores se encuentran los veganos y algunos nutricionistas y, entre sus acérrimos defensores, los individuos de buen "saque" y sanitarios que aconsejan no eliminar la carne de la dieta porque aporta innumerables beneficios y está en riesgo la salud.
Para sacarnos de dudas, desde Montes de Galicia, nos dan diez razones para no desterrar la carne roja de una dieta sana y equilibrada:
1. El término carnes rojas: se refiere al color rojizo que poseen las carnes crudas de mamíferos por la mioglobina, la cual es una proteína que transporta oxígeno al músculo.
2. Tipos: entre estas carnes, la de vacunos es la más común pero el venado, los pichones o incluso el pato o el ganso son considerados, también, carne roja.
3. Propiedades: las carnes contienen proteínas y son fuente importante de hierro, no solo por la cantidad sino por la calidad. Además, tienen un gran contenido de vitaminas del complejo B que ayudan al funcionamiento adecuado del sistema nervioso.
4. Anti-oxidantes: La carne roja posee ácido linoleico que ayuda a acelerar la recuperación de los tejidos tras ejercicios intensos y tiene funciones anti-oxidantes.
5. Embarazo e infancia: las carnes son importantes en las gestantes (el hierro y complejo B son esenciales contra la anemia y aseguran el desarrollo del bebé) y en niños menores de 8 años (su intestino no digiere bien otras fuentes de proteínas).
6. Consumo adecuado: ambos especialistas recomiendan que el consumo en adultos sea de 1 a 2 veces por semana, y en los niños, de 2 a 3 veces, para asegurar una adecuada ingesta de hierro.
7. Precaución: estas carnes también contienen grasas saturadas y el exceso de estas en la dieta podría causar deterioro de la salud cardiovascular, aumento de colesterol y el riesgo de infartos.
8. En sustitución: se tiende a consumir mayor cantidad de carne de pollo o pavo, en muchas ocasiones procesada, que contiene mayor cantidad de grasa, aditivos y sal y presenta una relación directa con el aumento de ciertos tipos de cáncer.
9. Preparación: cuando se cocinan directamente al fuego pueden formarse compuestos cancerígenos y, si se fríen, aumenta la cantidad de grasa. Al vapor mantienen sus nutrientes sin agregar grasa, por lo que sería la forma adecuada.
10. Consumo moderado: los problemas de peso y salud en occidente casi siempre se deben a la poca práctica de ejercicio físico, el consumo de tabaco y alcohol y a someterse a intensas jornadas de trabajo. Por eso, recomendamos una diversificada dieta, aumentar el consumo de frutas y verduras y no descartar ningún alimento indispensable.