La piel es un órgano más del cuerpo que requiere toda nuestra atención, ya que nos protege de las agresiones externas. Esos cuidados deberíamos garantizárselos desde que somos pequeños, de la misma forma que cuidamos otras partes del cuerpo. Por ejemplo, los ojos con las revisiones en el oftalmólogo o los dientes en el dentista. Y, puesto que los más pequeños de la casa no tienen ni los conocimientos (ni el alcance) para garantizar esos cuidados, nos corresponde a nosotros, los mayores, inculcarles el hábito.
Ahora bien, es probable que nos podamos encontrar con dos circunstancias casi opuestas: bien que olvidamos que la piel merece atención, o bien que muchos niños y adolescentes utilizan rutinas cosméticas desmesuradas e innecesarias, inspirados por las redes sociales y las estrategias de marketing. Para saber cómo debe ser una rutina de skincare adecuada para las pieles jóvenes, desde Estetic nos hemos puesto en contacto con la Dra. Paloma Borregón(@dra.paloma.borregon), dermatóloga y directora médica de Clínica Kalosia, que también ha acudido como invitada al podcast 'La Huella de la Piel'.
La experta nos cuenta que “solo hacen falta tres pasos: limpiar, hidratar y proteger del sol”. Para la limpieza de la piel pueden utilizar agua y cualquier jabón suave neutro. Y, para los otros dos pasos, “pueden poner protector solar de día y crema hidratante normal básica de noche”. La dermatóloga recuerda que la fotoprotección es necesaria todos los días del año, con factor de protección 50, para garantizar la máxima seguridad de la piel.
"Para controlar el acné necesitamos lavar la piel dos veces al día, por la mañana y por la noche. También hay que añadir algún exfoliante, al menos una vez a la semana"
Estos pasos de la rutina son indispensables prácticamente desde que somos bebés. “No desde que nacemos”, puntualiza, “pero sí a partir de los seis meses de vida. Y son esenciales para cuidar la piel de cualquier persona, sean mayores, pequeños, padres, hijos, hombres o mujeres”. Será en la adolescencia, con los cambios hormonales, cuando haya que empezar a introducir productos más específicos, destinados a regular las glándulas sebáceas.
“Las hormonas nos cambian y la función de la glándula sebácea va a aumentar”, explica la doctora. “Es cuando empezamos a tener un poquito de acné y, para controlarlo, necesitamos lavar la piel dos veces al día, por la mañana y por la noche. También hay que añadir algún exfoliante, al menos una vez a la semana, para que la glándula se quede limpia”.
Entre los ingredientes que los adolescentes pueden empezar a usar, la experta destaca el ácido salicílico para ayudar a exfoliar y también los alfahidroxiácidos o el ácido glicólico. También es posible que los especialistas pauten productos más desinfectantes “para evitar las bacterias en la zona”. Y, en cualquier caso, la recomendación pasa por utilizar productos oil-freeque no contribuyan al exceso de sebo.
"Si la piel no presenta ningún problema o si es un acné muy leve, el farmacéutico puede ser suficiente para orientar"
La Dra. Borregón explica que lo ideal sería que todos podamos acudir al dermatólogo para obtener los mejores consejos adaptados a nuestro tipo de piel. Sin embargo, “si no presenta ningún problema o si es un acné muy leve, el farmacéutico puede ser suficiente para orientar”. En lo que sí insiste es en acudir a consulta con el especialista antes de probar ingredientes que puedan irritar o incluso dañar la dermis:
“Vemos a muchos pacientes que vienen rebotados después de haber usado cremas que les ha recomendado el influencer de turno o alguien cercano, o simplemente porque son productos con colores, olores y envases bonitos. Hay que tener en cuenta que no todas las pieles son iguales y por eso es importante la visita al dermatólogo”, recuerda.
“La piel de los niños es más fina y, cuando van creciendo, se va consolidando y haciendo más fuerte”
Precisamente, el auge de los productos cosméticos entre adolescentes es algo que está empezando a preocupar a los profesionales, pues se observa que muchos comparten rutinas cosméticas en redes sociales con productos que no necesitan, como por ejemplo, los anti-edad. Es lo que se conoce como cosmeticorexia, una tendencia que viene muy marcada por lo que nuestros jóvenes ven en internet.
La Dra. Borregón expone que “la piel de los niños es más fina y, cuando van creciendo, se va consolidando y haciendo más fuerte”. Utilizar productos contra el envejecimiento a estas edades está contraindicado, ya que “son más agresivos y pueden causar irritación”. Pero, además, subraya que “no los necesitan, entre otras cosas, porque todavía no han empezado a perder colágeno”, proceso que comienza a partir de los 25 o los 30 años. “Tampoco necesitan productos antimanchas, porque a esa edad no las tienen. En lo que sí tienen que ser muy constantes es en el uso de crema solar”.