Ayer, día 1 de junio, se celebraba el Día Mundial de la Leche. La leche materna es, precisamente “el alimento que la naturaleza tiene previsto para alimentar a nuestros bebés”, explica en una entrevista para Estetic la Dra. Raquel Velasco, pediatra experta en lactancia materna, madre de tres criaturas y pediatra divulgadora en redes sociales como @raquelvelascopediatra, también autora de ‘Lactancia Materna, ¡Empieza el viaje!’. “Es un fluido vivo, cambiante, que se va adaptando a las necesidades del bebé o del niño en cada etapa de su vida, y por eso es inimitable”, añade la doctora.
Generalmente, al pensar en lactancia de los bebés, se nos viene a la mente la imagen de las madres que dan el pecho a sus hijos. Aunque “los beneficios de la lactancia materna son claros y están científicamente evidenciados”, la especialista busca cambiar el enfoque que tenemos asociado a este proceso, pues “hay muchas mujeres que, a pesar de desear esa lactancia materna, encuentran dificultades para conseguirla debido a una falta de información y apoyo”. Por ello, insistir en sus beneficios puede resultar “injusto y muy culpabilizador para las madres”.
La Dra. Velasco recuerda que la leche debe ser “el alimento principal para los bebés hasta el año de vida. Hasta los 6 meses, cubre por completo sus requerimientos nutricionales y, a partir de ese momento, y hasta el año, debe ser complementada con la introducción progresiva de otros alimentos. Por tanto, podríamos decir que la leche es necesaria hasta el año de vida”. Siempre que sea posible y que la madre lo desee, lo ideal es que sea leche materna. De lo contrario, será necesario sustituirla por una fórmula infantil adaptada que cubra las necesidades del bebé.
"A partir de un determinado momento, generalmente el año, muchos profesionales sanitarios recomiendan o presionan a las madres para destetar"
A partir del año de vida, el aporte de calcio puede proceder de otras fuentes, como las leches de vaca, cabra u oveja, también de derivados lácteos, de fórmulas vegetales enriquecidas en calcio, y/o de una dieta variada y equilibrada, con presencia de alimentos ricos en calcio. Aquí pueden incluirse, indica la doctora, el pescado y el marisco, las verduras de hoja verde, los frutos secos y semillas, las legumbres…
La pediatra también aprovecha para destacar que, si bien la leche es importante para los bebés durante su primer año de vida, “no quiere decir que más allá de ese momento la lactancia materna sea perjudicial o que no aporte beneficios”. Sin embargo, muchas mamás se encuentran con que, “a partir de un determinado momento, generalmente el año, muchos profesionales sanitarios recomiendan o presionan a las madres para destetar, argumentando que los bebés ya no la necesitan”.
“Esto es un error y denota la falta de formación y actualización en lactancia materna”, subraya la doctora, que hace alusión a los organismos oficiales que velan por la salud de la infancia materna y a sus recomendaciones. Estas instituciones “recomiendan, como ideal, mantener la lactancia materna al menos hasta los dos años, y a partir de ese momento, hasta que la madre y/o el niño/a deseen”.
“Hay muchas mujeres que, a pesar de desear esa lactancia materna, encuentran dificultades para conseguirla debido a una falta de información y apoyo”
Además, son varios los motivos que pueden llevar a las madres a abandonar la lactancia materna antes de lo que les gustaría, a no poder llevarla a cabo o a decidir no hacerlo, más allá de la presión que pueden ejercer algunos profesionales sanitarios. En este punto, la experta destaca la “falta de acompañamiento familiar, de apoyo social y las políticas sociales y laborales, que son claramente insuficientes para favorecer la conciliación”.
“No podemos decirle a una madre que debe darle el pecho a su hijo hasta los 6 meses como mínimo porque es lo más beneficioso, cuando su baja maternal es de 16 semanas (menos de 4 meses). ¿Ha pensado alguien cómo se siente esa mujer al no poder ofrecerle a su hijo ‘lo mejor’?”, invita a reflexionar la Dra. Velasco. A ello añade que “no es justo ni ético que a nivel institucional, de las autoridades y profesionales sanitarios se hable de la superioridad de la leche materna en cuanto a sus beneficios para la salud, cuando no se dispone de la estructura sanitaria ni social para acompañarla”.
Como desafíos actuales, la pediatra llama a sumar esfuerzos para “promover medidas que impulsen la formación de profesionales en relación a la lactancia, que favorezcan la conciliación y el apoyo a las madres lactantes”. Y cuando esto se consiga, “podremos hablar tranquilamente de beneficios”, concluye.