Uno de los pasatiempos favoritos de los más pequeños durante la época estival es pasar el día en la playa o la piscina. Nadar durante horas y permanecer en el agua el máximo tiempo posible es la prioridad de muchos niños, pero un abuso del agua, especialmente de las piscinas, puede causar estragos en sus pieles.
La pulpitis de las piscinas es una afección muy común entre niños. También se conoce como dermatitis palmar juvenil y la sufren todos aquellos niños que se pasan todo el día jugando dentro de las piscinas. Consiste en la aparición de manchas rojas en las palmas de las manos o de los pies. Es una dermatitis irritativa o de contacto, muy típica de la infancia que, está causada por el roce constante de superficies rugosas. El doctor Gonzalo Otoño (@dospediatrasencasa) lo explica a través de sus redes sociales.
“Suele producirse en los niños pequeños que todavía pasan mucho tiempo agarrados al bordillo mientras nadan”
“Se produce en la piel húmeda como consecuencia del roce de la mano con el bordillo”, aclara el doctor. Según Gonzalo explica, esta afección es bastante común en los meses de verano: “Es muy habitual que en época de piscinas veamos a niños pequeños que acuden a su pediatra porque se le han puesto rojas las palmas y los pulpejos de los dedos de las manos”.
Los pulpejos son las yemas de los dedos, y su enrojecimiento es el síntoma más característico de esta condición. Tienden a aparecer de forma simétrica y puede extenderse a otras zonas próximas a los dedos y palmas. En los casos más severos, pueden aparecer ampollas pero no es muy habitual. Es una patología que no debe de causar demasiadas molestias, pero en caso de que ocurra, es crucial consultar con un médico.
En ese sentido, el pediatra aporta algunos puntos clave para entender esta condición dermatológica. En primer lugar, Gonzalo recalca la edad de aparición: “Suele producirse en niños pequeños, entre tres y seis años, ya que todavía pasan mucho tiempo agarrados al bordillo mientras nadan”. También, las áreas de aparición son manos o pies. Es más frecuente en las manos, sobre todo tienden a afectar varios dedos de ambas. En caso de producirse en las plantas de los pies “suele tratarse de niños más mayores que corren descalzos alrededor la piscina”.
¿NECESITA TRATAMIENTO?
A pesar de que no es una afección dolorosa, algunos niños refieren molestias o picores. En esa línea, no es necesario emplear ningún tratamiento, pero en ocasiones cabe la posibilidad de que evolucione a “una verdadera dermatitis, entonces pueden requerir una crema hidratante o un corticoide”, concluye el pediatra.
La pulpitis suele desaparecer pasado un tiempo, es una patología leve que se atenúa con el paso del tiempo. La única medida para ayudar a su desaparición es cesar la actividad en la piscina o limitar el tiempo hasta que las lesiones mejoren.